Capilla Nuestra Sra. La Milagrosa (La Piedra)

Breve reseña de la Capilla Nuestra Sra. La Milagrosa de La Piedra.

La Capilla Nuestra Señora de La Milagrosa, surge a través de la devoción de la joven Crecenciana Ortega (Doña Chichi), la cual recibió el apoyó de su Padre quien le donó el terreno para hacer su casa y en el mismo terreno le hizo una capillita de madera, cuya Iglesia era muy pequeña, construida en madera bruta y tablas de palmas, estaba pintada de azul entera, Doña Chichi era la administradora de dicho templo Luego de un tiempo fue ampliada, logrando construir un capilla más grandes para la asistencia a misa mensuales y las oraciones diarias le acompañaban Chepe Ortega, Francisco Reynoso, el hermano Quilino, Mongo Ramos, Ana Del Carmen Díaz, María Diplan, Blanca Medina, Lucrecia Cortoreal, María Ramírez María (De Tomás), Ana Antonia Morales (Nana), Vilia Acosta, Natalia Adames, Leoncio Ortega, Justina Adames, Nenito, Ramona Duran, Ramona de Yan, Pedro Robles (Roso), Leonides Capellán,Fermina Adames, Otacina Adames, Toni Ortega, Julia Ortega, entre otros).

Los Franciscanos visitaban los enfermos todos los viernes en la mañana, llevando una botella de leche a cada enfermo visitado, la Juventud participaba activamente en la pastoral juvenil y las fiesta patronales. Antes el crecimiento poblacional de la Comunidad hace aproximadamente 37 años el equipo de trabajo tomó la decisión de recolectar donaciones para construir la capilla en block y cemento, siendo parte de los colaboradores Cecilio Santos( Chilo hoy Rev. Diácono) y Pedro Robles Roso quienes gestionaron y ayudaron en los trabajos de la construcción del templo entre otros.

Doña Chichi toda la mañana luego de bañarse y dejar los víveres puestos en el fogón cruzaba el patio y entraba a la capilla a Orar, la mayoría de las veces los víveres le quedaban sarazo por falta de fuego y atención. Es raro quien de 28 años atrás que fuera invitado a su casa o fuera a un mandado y no allá bebido un vasito de velo lleno de leche de vaca y comido un pedazo de trozo en su casa. Cuando se enfermó de gravedad fue llevada a la Clínica Dr. Jacobo y luego Doña Chichi fue ingresado en uno de los mejores centro médicos existente en el Cibao Central, específicamente en el Dr. Ovalle, Doña Chichi estaba inquieta por volver a casa, el día que los médicos se la entregaron a Julián Cepeda le dijeron que ya no podían hacer nada más por ella, que podía durar par de día o quizá horas, Doña Chichi no supo ese diagnóstico, cuándo llegó un Jueves entró primero a la capilla donde duró horas hasta dormir en ella y luego fue a casa donde partió a los brazos del padre al día siguiente. Luego de la muerte de Doña Chichi la imagen de La Milagrosa que estaba guardada en su casa la fue a buscar Altagracia Nuñez, era una imagen bonita, con un pequeño trono.

Luego gracias a Los Piedranos ausentes se siguió acondicionando la capilla acorde a los nuevos tiempos, las donaciones y ofrendas ubicaron la capilla en el renglón de mejor organización, imagen, participación, Cuna de las vocaciones: Artística y religiosa. Con el paso del tiempo nos quedamos atrás, hoy tenemos una de la peores infraestructura de la provincia. Todos los años al culminar la fiesta se realizaban actividades sanas como: Carrera a pies, en sacó, en caballos, en bicicletas, con un huevo en una cuchara, el palo encebao, el que coma más espaguetis, salami, huevos hervidos, Masita con refresco, y bizcocho. Habían un compartir a las 10:00 AM de jugo con galleticas y a las 12:00 del medio día Moro de habichuelas negras, con vaca o cerdo. Todo los años mataban una vaca o un cerdo para compartir en la comunidad ese día.

Los catequistas que están y han pasado por la comunidad: Doña Chichi, Sixta Santos, María de Tomás, Cleotirde Frías, Antonia Adames, Lorenza Jiménez, Altagracia Nuñez, Francisco Reynoso, Gongo Paredes, María Virgen Hernández, Magalis Green, María Petronila Saldívar y Rossana Paredes.