Casa Samarra Restaurant

Si després de fer 300 Km vols entrar a un bar i prendre qualsevol cosa a qualsevol hora del dia i amb presses aquesta no és la millor de les opcions possibles.
Si vols menjar bé i sentir bones històries truca abans i demana hora.

Un lloc on s'ha ha d'anar i que cadascú valori per si mateix, natros hi vam anar recomanats pels de la Comella de Tírvia i vam sortir encantats
Vam fer menú i la relació qualitat preu és correctíssima.
Aquest lloc serveix bon producte.
El tracte és proper i tal cual, com ha de ser
Ens agradarà tornar

El tracte ha estat espectacular, el noi ens ha tractat de 10. Amable, proper, agradable.
Ens ha fet sentir com a casa
En quant al dinar ha sigut magnific, tot boníssim, es notava que era casolà.
Tornarem!!!
Recomenable 100%

Recomiendo 100% estuvimos comiendo este finde allí. Estuvimos super agusto. Trato cercano y comimos muy bien La próxima vez que subamos por la zona no dudaremos en volver.
Gràcies Krishna tornarem pk ens expliquéis més histories 🍷😉

Magnífico. Recomendable 100%. Volveremos para devolverte el tarro y que lo rellenes.😜
La familia Folch.

Molt bona atenció, bon menjar i bon preu. Tot perfecte!

Un 10. Magnífico

Molt bon menjar i servei

Tot molt bo. Cuina catalana. Servei excel·lent. El formatge de tupí era increïble. Molt recomanable

l’amo del lloc era molt poc professional, ens va fer passar una mala estona que ens va portar a acabar marxant del lloc sense ni haver menjat. només ens parlava malament i amb xuleria i fins i tot deixava en ridícul als altres comensals fent-lis passar vergonya. sembla que la resta de treballadors tinguessin por de l’amo perquè en un moment ens va demanar que si us plau li fessim cas i guardessim els movils o que sino ens els treuria (tot aixo amb males paraules i perquè segons ell erem adolescents).
apart, tenien la cafeteria espatllada i només feia q cridar-li al pobre noi que l’estava arreglant.
no ho recomano a ningú que vulgui passar una bona estona amb familía o simplement anar a un restaurant a dinar.

Mi experiencia en este restaurante fue absolutamente desagradable desde el momento en que puse un pie en el lugar. Al esperar un rato en el establecimiento para que nos atendieran abrir la puerta por la calor que hacía dentro, inmediatamente el propietario me chilló de manera grosera para que la cerrara, sin tener en cuenta que adentro hacía un calor insoportable. En lugar de darnos la bienvenida, nos hizo sentir incómodos desde el principio.

Para empeorar las cosas, aunque el local estaba prácticamente vacío, nos hicieron esperar innecesariamente para llevarnos a una mesa. No entiendo cómo un establecimiento puede tratar así a sus clientes, especialmente cuando apenas había otras personas en el lugar. Con el calor sofocante que había, lo único que quería era sentarme y refrescarme, pero en su lugar, me encontré con un servicio que dejaba mucho que desear.

Definitivamente no recomendaría este lugar. Si el propietario no es capaz de tratar a sus clientes con respeto, no merece mi tiempo ni mi dinero. Una experiencia para olvidar.

Lamentablemente, mi experiencia en este restaurante fue muy decepcionante. El dueño parecía estar en un estado poco apropiado para atender a los clientes, lo que afectó gravemente el ambiente. No solo fue grosero y despectivo con nosotros, sino que también se burló de otros comensales, lo que hizo que la situación fuera aún más incómoda.

En lugar de disfrutar de una buena comida, nos sentimos presionados. Sus preguntas incómodas y su actitud arrogante hicieron que decidimos irnos antes de empezae (asi que no podemos opinar de la comida, ya que nos fuimos antes). Es una pena, ya que la experiencia debería ser placentera, pero aquí fue todo lo contrario. No recomendaría este lugar a nadie que busque un ambiente agradable y un buen servicio.

El único restaurante donde me he encontrado con una persona tan DESAGRADABLE, nunca me habían ofendido de esa manera por seguir una dieta vegana. Desde enviarme a comer el pasto de las vacas hasta INSULTARNOS llamándonos"imbècils" a mis amigas y a mí. Me ofrecieron cremas de verduras y un plato más, el cual pedí que anularan ya que se me quitaron las ganas hasta de comer por los comentarios constantes hasta el punto de ser pesado, y lo poco que comí, por decirlo de alguna manera, fue una crema de calabacín que además estaba amarga, se quedó en el plato y aún así tuve que pagar 10€ por ella. No recibí ni una disculpa por su parte, es más, el aire de chulería lo mantuvo durante toda la
comida y tuve que aguantar que dijera en medio del restaurante comentarios hacia los demás clientes que estaban comiendo como " aquí tenemos a la rarita " y también escuchar de su boca que los fermentos son animales y que por eso tampoco podía comer pan ( ahí demostró el nivel de catetismo que tuvimos que soportar ). Un lugar donde no volveré más y tampoco recomendaría simplemente por el TRATO tan poco profesional que tiene este señor hacia sus clientes. La comida, según mis amigas, estaba buena, aunque puede que con una persona así se te atragante.