Sulayr Bayarcal

Fabulosa y acogedora terraza con mucha sombra. En el interior tienen además de la zona de bar, un enorme salón para celebraciones. Tienen opciones veganas. Muy recomendable.

Lugar explendido donde comer y disfrutar de un ambiente tranquilo con la máxima armonía con la naturaleza, comida de contraste dentro de un lugar de tradiciones y costumbres ancestrales, trato correcto, buen servicio y profesionalidad en su trabajo.

Una terraza con mucho encanto. Recomiendo el solomillo con setas y nueces y la tarta de manzana.

Muy buenos platos alpujarreños un servicio un poco mejorable.

La comida bien, normal. Comes, pero nada del otro mundo. No te enseñan la carta con los precios. Por persona nos salió a 30 euros. Por el tema de covid no puedes pagar con tarjeta, sólo efectivo o trasferencia.

Nos sentimos completamente engañados. En primer lugar, informamos que veníamos de parte de B-Natural, ya que nos daban un descuento por venir de su parte (nos dijeron en B-Natural que nos regalaban un postre o una botella de vino, lo que ellos prefirieran). El descuento nunca se aplicó. Por otro lado, no nos informaron de la existencia de tapas, ya que no había carta con información de precios (desconozco si eso es legal). La carne que pedimos estaba pasada para nuestro gusto, ya que ni siquiera nos preguntaron el punto en el que la queríamos y la ensalada era una amalgama sin sentido de ingredientes (desde melón hasta cebolla caramelizada). Y, lo peor de todo, el precio, ya que nos cobraron 25 euros por persona habiendo pedido dos platos y media ración, la ensalada nos salió por 12 euros, la carne por 16, siendo un solomillo de cerdo bastante normal y pasado, MEDIA ración de croquetas por 9 euros, las cuales dudamos de que fueran caseras, pero bueno, les dejamos el beneficio de la duda, y 4 bebidas, de las cuales no recuerdo el precio. Además de esto, les pedimos un postre, el cual se suponía que nos debían haber invitado por venir de parte de las actividades de montaña, pero nunca ocurrió. Y, para terminar, nos hicieron pagar a través de transferencia bancaria, ya que no tenían posibilidad de pago con tarjeta, además de no haber un cajero en todo el pueblo. En resumen, un desastre, el cual esperamos no volver a repetir.

0 medidas anti Covid. No existe distancia entre mesas y los camareros no llevan mascarilla, y si la llevan, por debajo de la barbilla