Conqueridor

Las paellas están buenísimas.

Es el restaurante del hotel Port Feria. Tienen un menú por 15 euros que está bien. El entorno es tranquilo y los camareros profesionales

Nos alojamos en el hotel Port Feria y a falta de una oferta atractiva en las inmediaciones decidimos cenar en el restaurante del hotel. Lo cierto es que la experiencia resultó muy decepcionante. Tardaron bastante en tomarnos nota. Pedimos dos hamburguesas y se equivocaron y solo trajeron una; por lo que tuvimos que comerlas a destiempo. No trajeron salsas (ketchup y mostaza) para acompañarlas y al pedirlas tardaron mucho en traerlas. A pesar de tener un precio elevado (8,5€) la calidad era bastante mediocre. A la hora de pagar, se volvieron a equivocar y tenían anotadas 7 cervezas cuando en realidad sólo tomamos 4. No hubo problema y cobraron únicamente las consumidas, pero fue la gota que colmó el vaso. Como nota positiva decir que el trato fue muy agradable en todo momento pero el servicio fue muy deficiente y la hamburguesa muy normalita.

Es una mezcla de restaurante al estilo todo incluido de los hoteles de las playas, pero sin estar en la playa y hotel normal.
Una combinación que da miedo.
He pasado noche por temas de trabajo, pero aunque fuera un extranjero, no se le puede servir esta comida.
El genero no es malo, pero si al cocinero no le gusta su trabajo, no es nuestra culpa.
La proxima vez, me buscaré otro hotel.

To avoid like you would avoid a car crash

No puedo opinar sobre su producto. Tenía buena pinta el menú de 10 euros que incluía pizza/hamburguesa y bebida, pero, no tuvimos la suerte de llegar a comer.

Media hora esperando en la terraza a que nos atendiesen aun saliendo camareros a recoger mesas. Al insistir varias veces que nos gustaría ser atendidos nos comentan que para comer solo se permite dentro, accedemos al local y otra media hora a que nos trajesen el menú, nos tomasen la comanda de la bebida y que nos informasen que para nuestra comida (lo dicho: hamburguesas o pizzas bastante peladas de cosas) tendríamos que esperar entre media hora y cuarenta minutos porque habían otras tantas mesas sin servir antes.

Súmale además que fuimos informados de estos tiempos ya en la mesa después de media hora de espera, cuando según ellos, deberíamos haber sido informados justo al entrar. No entiendo por qué deberíamos, nosotros que queríamos comer cuanto antes, estar mintiendo sobre ese tema.

Tendrían sus razones pero fue bastante incomprensible. No eramos tantísima gente y el retraso en el simple hecho de atendernos siquiera no es una buena señal en absoluto.

Dicho de forma sutil: no se lo puedo recomendar absolutamente a nadie. Y ciertamente no lo valoraré como una opción para volver.

Fuimos a comer con unos amigos y solo puedo decir cosas negativas. El trato desagradable (nada más llegar el camarero nos lanzó literalmente la carta al medio de la mesa sin mediar palabra), el servicio excesivamente lento incluso para tomar nota de las bebidas y a pesar de que el restaurante estaba medio vacío (1 hora y 40 minutos para comer). La comida muy mejorable. Vuelvo a recalcar que el personal debería ser más respetuoso y amable con los clientes, aunque evidentemente no vamos a volver.

Una hora desde que pedimos esperando literalmente para comer un bocadillo de lomo y una hamburguesa.

No tengo nada más que añadir