Tanatorio - Funeraria La Auxiliadora Santa Ana

En momentos tan delicados, se agradece la empatía y profesionalidad del personal, tanto de Txapel en Santa Ana, cómo del personal que nos atendió y acompañó en el crematorio de la plaza del gas de Bilbao.

En distintos momentos, la persona que estaba encargada del tanatorio mostró muy poca empatía con los familiares y amigos. Y eso es imperdonable teniendo en cuenta las circunstancias en la que se encuentran las personas que allí acuden.

Soy hermana de Pilar Antón. En respuesta prácticamente automática que recibió mi hermana ayer, he de decirles que el daño causado a mis hermanos y a mí ayer es irreparable. Le piden que les de más detalles escabrosos sobre la manipulación de mi difunto padre. No se puede jugar así con los sentimientos de una persona y menos en estas situaciones. Dejamos el cuerpo de nuestro padre en manos de lo que supuestamente eran "unos profesionales" y les rogamos que siguieran unas pautas que no cumplieron. Me gustaría saber donde se encuentra su "esfuerzo en ofrecer el mejor servicio posible"

El desprecio en el trato a los familiares de la persona que está en la recepción del tanatorio es imperdonable. Lo mínimo es tratar a las personas con educación y respeto cuando a él se le ha tratado de esa manera. Del trato al difunto, prefiero no hablar: una estrella es demasiado.

Tras ver el trato despreciable que se le ha dado a la persona fallecida (mala presentación y destrozos a la misma) y la poca empatía hacia los allegados por parte de los mismos me veo en la obligación de comentar mi mala experiencia en la funeraria.

Penoso