Posada El Mirador

Preciosa posada familiar situada en el valle del Asón, delante del parque del mirador del Río Gándara.

Reservamos una habitación doble con cama de matrimonio, tanto ésta como el baño resultan pequeñas, sin embargo la madera antigua la hace acogedora y la ducha es amplia y muy cómoda.

La casa está regentada por Celia principalmente, que se encarga de la recepción y de servir un delicioso desayuno casero. También encontramos a Rafael, su padre, y maestro de la energía, a quien se puede acudir (si no viene él antes) para que nos diseñe una ruta turística ya que conoce a la perfección toda Cantabria y el norte de Burgos, además sabe aconsejar con muy buen criterio dónde comer.

En resumen, una posada acogedora y de trato familiar en la que vivir unos bonitos días rodeado de naturaleza pura y calma.

La experiencia ha sido muy bonita. Es como estar con una familia que te cuida. Es precioso, y el lugar es maravilloso. El posadero, Rafa, muy atento y servicial. Y si necesitas que te salve la vida, porque te has quedado atrapado entre caminos de tierra y piedras, irá al rescate (literalmente).

Los desayunos, hechos por la mujer del posadero y su hija Celia, son espectaculares. Lo hacen prácticamente todo ellas o gente de la zona: La miel, la mermelada, la leche, el zumo de naranja, quesadas, churros, galletas, tortos (pan frito), magdalenas... Los desayunos de esta posada deberían ser considerados patrimonio mundial de la UNESCO.

La posada es muy grande, y está hecha principalmente de piedra y madera. Es como viajar en el tiempo. Te sientes como en un juego de rol.

Los entornos, de un verde vivo por todos lados. Al despertar, pajaritos y gallos. Y un fresquito que da gusto.

Solo tengo palabras de agradecimiento para los dueños por lo bien que se han portado conmigo. Gracias de corazón.

PD: Si vas, no pierdas la oportunidad de pillarles un tarro de miel. Es rarísima. ¡Pones el bote al revés y no se cae! Pero no está dura, sino que tiene una textura y color parecidos al dulce de leche.

Hemos disfrutado una semana en la posada El Mirador y nos hemos sentido como en casa. La habitación con galería tiene unas vistas espectaculares, la limpieza un 10, el desayuno riquísimo con productos caseros y el trato muy familiar. Angelines y Rafa son excelentes anfitriones. Volveremos!!!

Un lugar muy acogedor una.casa y una habitación con encanto, con todo lo necesario unas vistas relajantes, si buscas desconexion, un acceso un poco complicado, pero merece la pena, por disfrutar de un entorno idílico, la limpieza de 10, el desayuno suficiente, con productos de la zona , y la hija un amor,.

La posada es muy acogedora y el sitio inmejorable. Quiero destacar a los grandes anfitriones que tuvimos. El trato es muy hogareño, en todo momento nos pusieron facilidades para que nuestra estancia fuera lo más cómoda posible. Todos los días se sentaban con nosotros a recomendarnos zonas que visitar y sitios donde comer y comprar productos riquísimos. Fui con un amigo hacer deportes de aventura durante 3 días y no dudaría en volver tanto con la familia como de vuelta hacer monte. Todo un descubrimiento. Gracias por todo

Mejor imposible 😃,el trato genial y encantadores,el desayuno espectacular todo casero,las habitaciones muy limpias , muy interesante todo y muy amables

Hemos pasado unos magníficos días en la Posada. La familia que lo lleva es encantadora. Desayunos insuperables. Indicaciones perfectas para visitar la Comarca. Volveremos.

Una posada con una atención familiar. Rafa enciclopedia de Cantabria. Angelines muy buena cocinera- Celia encantadora. Cuando podamos repetiremos-

Un sitio acogedor, donde los dueños y la hija, agradables, que te hacen sentir a gusto. Amanecer con vistas a la montaña, es algo impagable, reparador. Un comienzo de desayuno a base de quesada pasiega, mantequilla casera y leche de vaca cántabra, eso es energía pura. Volveré por supuesto, merece la pena y muy mucho la posada y los collados del Ason.

Es un sitio estupendo para disfrutar de la naturaleza y relajarse, el paisaje te transforma y te da bastante tranquilidad! Estuvimos mi marido y yo 3 dias y lo pasamos muy bien. Lo recomendamos a todas las personas que busquen desconexión, rutas turisticas, paisajes naturales...el trato con el personal fue inmejorable, son muy agradables, tienen un trato individualizado y acorde a lo que necesites, además de un gran ambiente hogareño. Sitio inmejorable en trato, calidad y precio.

Una auténtica posada cántabra. Nuestra habitación El Mirador preciosa y acogedora. Sus dueños Rafael y Angelines, y su hija Celia son encantadores y hospitalarios. Rafael te enseña mil rutas por la zona. Muy recomendable

Un lugar que respira historia y tradición. Habitaciones cómodas y bien equipadas, buen precio y excelente atención personal gracias a Rafael y su mujer, y especialmente la simpatia y conocimientos de la tierra de su hija Celia. Un encanto.

Una posada con encanto, un trato muy familiar, tanto Rafa como su hija encantadores y no escatiman en nada
Volveré en otra época para hacer las rutas ,que hemos hecho

Me a encantado el sitio, todas las vistas son dignas de ver estamos muy contentos mi familia y yo de haber estado allí ,el trato estupendo muy acogedor y los dueños muy agradables .

Habitacion grande con una espléndida terraza, los dueños muy amables y gran conocedores de la zona, que estarán encantados de recomendarte sitios increibles

Un finde inolvidable, nuestro pequeño disfruto como nunca, el dueño muy atento y servicial. Encantados con el lugar

Excelente sitio para realizar rutas de senderismo y montaña.
Buena ubicación y el dueño te ofrece detalles de lugares a los que ir

Abitaciones limpias y acogedoras. Anfitriónes muy majos. Disopuesto a ayudar en lo q fuera. Nos recomendo rutas muy muy bonitas

Esta todo muy limpio ,,y los dueños son geniales,muy agradables y muy atentos,,está en toda la naturaleza ,,es una esperiencia muy bonita,,un lugar estupendo

Muy recomendable, sitio y gente estupenda. Lugar maravilloso