Cave Hornos de la Peña

Gorgeous place

Primero llegó el agua. Horadando la montaña, disolviendo la roca. El río ahondándose en la piedra durante millones de años. Después, en el aire dejado atrás por el agua, habitaron aquí los neandertales. Noventa mil años. El río ya entonces discurría doscientos metros más abajo de la entrada de la cueva.

Llegamos al silencio que ellos dejaron atrás hace al menos veintidós mil años. Una gota de agua cae sobre mi hombro. Después el silencio es tan hondo como la oscuridad. Cuatro personas y el guía. Agachados en algunos tramos.

Cuando las ciervas comen reunidas en el bosque algunas de ellas vigilan con la cabeza levantada, el cuello estirado. Esas son las que graban con piedra sobre la piedra. El guía dice. Luego calla.

A veces hace titilar la linterna. Como sería con las lámparas de tuétano. La roca despierta. Las sombras giran sobre sí mismas tras las estalactitas, en los bordes de las coladas de calcita. Asoman de las oquedades, descienden de los techos.

Siempre han estado aquí. Los caballos, las ciervas y los uros. Los bisontes.

Después la oscuridad. El silencio.

Roto por las gotas de agua, cayendo desde hace millones de años. Una y otra vez. Grabando la roca. El tiempo.

Huesos hechos piedra. Piedra que parecen hueso.

La cueva se estrecha, siento en el casco el roce de la roca. Escondido, a la vista de todos, la silueta de un caballo en el corazón de la montaña.

Desde la más profunda oscuridad el aliento del agua. El frío cristalino de una sola gota de agua atraviesa justo ahora los doscientos mil años que me constituyen.

En la humedad de la roca las ciervas atisban algo que se nos escapa. Los caballos salvajes miran este instante en el que todos nosotros habitamos esta cueva. A plena oscuridad.

Todas nuestras hazañas y desdichas. Todos los niños y los muertos. La luz entera.

¿Dónde están las palabras que lo contaron? ¿Serían como estas? ¿Titilaban?

Grabando el aire con el aire.

En el corazón de la montaña habitan todas las palabras. Las que no es necesario nombrar.

Un apunte, un haiku, para reconocer en la roca lo que siempre estuvo allí. Su temblor.

Una gota de agua sobre la piedra. Todo el silencio que llega después.

frente a la boca de la cueva
unas sobre otras
las húmedas hojas de otoño

Cueva no muy conocida, pero que está catalogada como Patrimonio de la Humanidad desde 2008. Destaca por su pintura y grabados paleolíticos.
Se accede con reserva previa, pero ahora mismo está cerrada al público por motivo del covid.
Dispone de un pequeño aparcamiento un poco más arriba a 400m.
Si seguimos andando de frente por la pista llegaríamos a hacer la ruta mitológica circular del Monte Tejas que es muy recomendable.

Marzo de 2023 .
He podido al fin visitarla.
Indicar que desde la portilla de abajo, hasta el caseto de recepción hay unos 5/10 min de subida más unas escaleras hasta la entrada a la cueva.
Los grupos son de 4 personas.
Te facilitan chinchonera por seguridad (con un gorro de celulosa de usar y tirar) y linterna .
Hay tramos en los que hay que ir un poco agachado para no tocar con la cabeza y el suelo es bastante resbaladizo, pero por lo demás la cueva es bastante cómoda de visitar.
Los grabados son un poco difíciles de ver , pero con la atenta explicación de nuestra guía Vanesa , el resultado fue increíble.
No te muestran muchos grabados , pero junto con la visita de la cueva que me pareció espectacular ,merece la pena.
A decir, que se trata de una cueva virgen, es decir, que se ven los grabados al natural ... es la única cueva en la que no existe ninguna malla de protección entre la piedra y tu persona. Por eso mismo , por seguridad, se ha dejado de visitar el único caballo pintado que hay y el grabado antropomorfo ya que se encuentra en un sitio estrecho para evitar los roces involuntarios.
La visita dura unos 50 min y la entrada general cuesta 5€.

Visita muy recomendable. Paula ha sido una excelente guía, hemos aprendido mucho y disfrutado de los grabados, gracias a su amabilidad y explicaciones. Desde el parking hay un trecho andando, y luego hay que subir hasta la caseta, por lo que es necesario llegar con tiempo. Entrar con casco y linterna hace la experiencia mas auténtica. Es un privilegio poder visitar esta cueva, pequeña y con un conjunto de grabados maravilloso. Además, el entorno en el que está merece una visita por si mismo.

Para llegar lo más sencillo es seguir las indicaciones de parking, P, una vez aparcado el vehículo en el parking retroceder por la misma carretera hasta un sendero indicado por un cartel negro con el nombre de la cueva y cerrado por una portilla de aluminio . Tras atravesar la valla, se ascienden unos 600 metros hasta la caseta que alberga la.zona de atención al público. Una vez confirmadas allí las entradas, se accede a la cueva con el guía, que nos proporcionará cascos y linternas para la realización de la visita. Recordad llegar siempre al menos 10 minutos antes de la hora de la visita para confirmar las entradas.
Dado el limitado aforo de la cueva, conviene reservar o comprar las entradas con antelación.

Cueva que sorprende por sus grabados y por la manera en que se visita, ya que se debe acceder con linternas y casco
Acompañados por Cristina, una guía excelente, que nos mostró la cueva y sus entresijos con mucha paciencia y profesionalidad

En esta cueva no hay pinturas pero tiene unos grabados de bisontes, caballos, ciervos y uros q t dejan con la boca abierta. Visita más íntima y especial q otras q hemos hecho xq sólo se puede entrar en grupos de 4 y en este caso fuimos 2. Algunos tramos son bastante estrechos y cuando llegas a las salas la magnificencia hecha x la naturaleza es aún mayor. Nuestro guía fue Ángel y nos encantó el detalle de su explicación.

Merece mucho la pena la visita.
Es una cueva pequeña pero está muy bien explicada dando datos interesantes: la chica que nos los explicó ampliaba información cuando le preguntabas y conocía bien el tema. (además de ser muy amable)
Los grabados se ven muy bien y entiendo que el acceso a ciertas zonas esté limitado por razones de conservación, que al final es lo importante.
A nivel práctico para el visitante:
El suelo puede ser complicado en ciertas zonas y hay que agacharse bastante en algunos tramos entre las zonas más amplias, así que mejor ir con botas.
El párking está un poco más arriba del punto que marca google así que id con un pequeño margen de tiempo para no tener que subir corriendo para llegar a tiempo.

Una bonita y pequela cueva muy especial con interesantes grabados. Para la visita se necesita entrada, grupos 4 personas 4 veces al dia

Muy bonita, recomendable, acceso para 4 personas con casco y hay zonas un poco estrechas. Merece la pena la visita, muchas gracias a nuestro guía Oscar!! Muy simpático y didáctico!

Patrimonio de la Humanidad. Cueva con grabados. Imprescindible. Desde el parking hay unos 10 minutos de subida hasta la caseta de recepción.

Muy interesante. Merece la pena. Hay que andar listo y reservar, ya que solo pueden entrar 4 personas. Tuvimos suerte que no había más que dos y pudimos pasar. El guía muy majo. La entrada cuesta 5€ y para estudiantes y niños 3€.
Merece la pena ir, y además se puede combinar con el bosque encantado.

Simplemente espectacular, las cuevas y sus grabados son únicos, tuvimos la suerte que el recorrido lo hicimos solo mi mujer y yo con la guía, Ana, ella es magnífica, lo vive con mucho entusiasmo y así lo transmite, nos quedamos impresionados de la maravilla que nos brinda esta cueva. Imprescindible reservar.

Cueva 'en estado puro'. Ramón lo borda como guía. Se hace corta la visita.

Bastante interesante , además como son grupos reducidos de 4 personas Max. Te enteras mucho mejor de todo. Cuidado con las indicaciones para llegar. Tengo en coche como una vez que aparcas. Y sobretodo con l cuesta para subir hasta la cueva.

Nos encanto la cueva y todos los grabados, bellamente mostrados por Ramon, el guia. Recomendamos esta visita. Es importante obtener indicaciones y llegar temprano porque hay que caminar aproximadamente un kilometro desde el estacionamiento.

Cada cueva tiene su encanto. Es pequeña pero es diferente a todas. La guía muy amable. Aparcar pasado el tótem negro. Hay que subir una cuesta. Llegar con antelación para subir y que no se te haga tarde. Imprescindible reservar.

Bonita cueva el acceso es empinado y con escaleras las personas en silla de ruedas o con mobilidad muy reducida no podran acceder .
El aparcamiento esta unos 300 m mas adelante ,y tras ver la cueva se puede pasear por la pista recorriendo el monte tejas , hay merenderos ,barbacoas ,etc para poder pasar un buen dia .
Hay que pedir cita.
Horarios
CERRADO EL 1 Y 6 DE ENERO, 24, 25 Y 31 DE DICIEMBRE.
Temporada baja: Del 1 de noviembre al 28 de febrero.
VISITAS GUIADAS SÓLO BAJO RESERVA PREVIA
– Lunes y martes CERRADO.
– Miércoles a viernes, visitas sólo con reserva previa, de 10:00h a 15:00h.
– Sábados y domingos, 1 de noviembre y 6 de diciembre, visitas sólo con reserva previa, de 10:00h a 14:00h.
Temporada media: Del 1 de marzo al 14 de junio y del 16 de septiembre al 31 de octubre.
VISITAS GUIADAS SÓLO BAJO RESERVA PREVIA
– Lunes y martes CERRADO.
– Miércoles a domingo, visitas sólo con reserva previa, de 10:00h a 14:00h.
Temporada alta: Del 15 de junio al 15 de septiembre.
– Lunes CERRADO.
– Martes a domingo de 11:00h a 14:00h.
Sesiones: 11:10h, 12:10h y 13:10h
La taquilla en temporada alta permanecerá abierta 10 minutos antes del comienzo de la visita.
Aforo máximo por sesión: 4 personas todo el año.

Tarifas
Normal: 3 € (mayores de 12 años)
Reducida: 1,5 € (de 4 a 12 años, ambos inclusive)
Gratis: de 0 a 3 años (ambos inclusive)

Hemos visto todas las cuevas que se pueden visitar con interés arqueológico excepto las de chufin ya que nos pillan un poco lejos.
Y la verdad merece la pena verlas por qué solo así te puedes llegar a dar cuenta de la importancia de su conservación para poder hacernos una idea de cómo vivían y que costumbres tenían nuestros antepasados.
Los guías todos unos profesionales y se nota que aman su trabajo.

Gracias volverémos

Un sitio espectacular. José Antonio, el guía, lo explica de maravilla. Cosas a tener en cuenta de la cueva, entre sala y sala hay que ir medio agachados, lo cual lo hace todavía más increíble. La única luz que hay en la cueva es la que lleva el guía y las dos linternas que te da. Un viaje al pasado que dura unos 50 minutos y que te conecta con aquellos humanos a través de ciertos elementos que es mejor que descubras allí y no que te los cuente yo.