Restaurante Hortus

Además de ser un hotel en el marco de un fabuloso monasterio de siglo XVI, su restaurante, abierto al público en general, es excelente. La comida deliciosa a muy buenos precios. Pero quizás lo que más nos gustó fue la amabilidad de la camarera que nos atendió. Una maravilla.

Interesante adaptación a hotel de un antiguo monasterio franciscano.
Gran piscina en el jardín trasero.

Como allí, la comida genial, muy rico todo y bien presentado. El camarero muy atento y la decoración preciosa.

El entorno del restaurante espectacular, monasterio del siglo XVI muy bien restaurado y con gusto. Sala grande, buena atención por parte de los camareros. Servicio de cocina algo lento. La carta normal, clásica y con pocas novedades. Ensaladas sabrosas, rabo de toro bien cocinado, presa ibérica con jamón sabrosa pero algo pasada y aceitosa de más. En resumen, comida correcta, sin sorpresas. Buen precio.

Abierto al público en general, no sólo a los huéspedes del hotel al que pertenece. El hotel ocupa la mayor parte de un antiguo convento franciscano (sólo quedó al margen la iglesia, que hoy es parroquial). Tiene dos bonitos patios porticados y un extenso jardín bien acondicionado. El comedor del restaurante está en la sala capitular del exconvento, un magnífico marco. La carta es tradicional y actual sin ser pretenciosa. El servicio es correcto. La cocina, más que aceptable. Y los precios están bien. Un sitio muy recomendable.

Il est certain qu'a mon avis on paie le lieu qui est extraordinaire, c'est un ancien monastère. La cuisine est correcte. C'est cher tt de même. La serveuse était gentille, on aurait dit qu'elle était nouvelle.

La comida buenísima. Innovadora. No puedo reseñar sobre el precio, pues fue una invitación. Muy buen trato por parte del camarero. El salón es espectacular; una preciosidad.