Grieta de los Huesos

Según la historia transmitida por los ancianos de Villa de Ves, la Gran Grieta de los Huesos es un lugar envuelto en misterio y leyendas. Se dice que hace muchos años, cuando los habitantes de la región dependían en gran medida de los caballos, burros y otros animales para su transporte y trabajo en el campo, surgieron diversas enfermedades que afectaron a estos animales. Cuando alguno de estos equinos enfermaba y fallecía, los lugareños los arrojaban a esta profunda grieta, creando con el tiempo una acumulación de restos óseos.

La grieta se convirtió así en un cementerio natural, donde yacían los restos de cientos de equinos y otros animales. Esta práctica, aunque sombría, era vista como una forma de deshacerse de los cuerpos de manera eficiente y evitar la propagación de enfermedades. Con el paso del tiempo, la historia de la Gran Grieta de los Huesos se fue transmitiendo de generación en generación, tejiendo una narrativa que evoca un sentido de respeto por la vida y la muerte, así como una conexión con las tradiciones y el pasado de la comunidad de Villa de Ves.