Ondarreta

Mi andadura en esta tienda comenzó allá por los años 2023. Mis pasos me llevaron hasta las puertas de este humilde comercio, presa de mis infortunios más oscuros. Llovía, era un día de luz tenue; común dentro de la climatología adversa del país vascongado.

Nada más entrar, mis ojos buscaron insaciablemente una bebida energética, comúnmente llamado Monster. Mi organismo clamaba efusivamente algo con lo que poder paliar tantas horas de taciturnidad nocturna.

Y allí le vi, un joven de anchas espaldas y mirada perdida; detrás del mostrador, con los brazos estremecidos y agarrando lo que parecía un refresco. Parecía tranquilo, observaba el caer de la lluvia, absorto en sus pensamientos; misterioso, cual canción de Bunbury.

Me acerqué hasta el lugar en el que se encontraba, con ànimo de saldar la deuda que conlleva la compraventa de enseres y útiles. Por consiguiente interactúe con el susodicho:

-¿Cuánto cuesta?- le pregunté.
-2,3 euros -me contestó rápidamente, con un tono reflexivo, a la par de conciliador.
-Aquí tiene.- le respondí entregando el dinero exacto. Así mismo, añadí: -Hace un día de perros ¿Verdad?
- Yo tengo varios perros.- Contestó.

Ante esta situación, asentí con la cabeza, y presa de mis inseguridades, abandoné rápidamente el establecimiento. Aquella noche, me costó conciliar el sueño; en mi mente, resonaba una y otra vez la oración que con tanto romanticismo me dedicó aquel joven: “yo tengo varios perros”.

Por consiguiente, tras velar durante varias horas aquella noche (quizás también por el efecto de la bebida energética), llegué a la conclusión que debía volver a aquel lugar; donde hacer frente an mis fantasmas, an mis quimeras, an mis miedos, a mis inseguridades… era el momento.

Me apresuré rápidamente, salí de casa con la misma ropa del día anterior; mi aspecto se percibía como el de un artista de los años 80. Quizás algo desaliñado, no era el más correcto para el encuentro que estaba por acontecerse. Pero no podía esperar, ya que cada vez que trataba de entrar en calma, aquellas palabras taladraban en mi cabeza: “yo tengo varios perros”.

Finalmente llegué, ahí estaba la puerta del establecimiento, lleno de abalorios, comida y chucherías; elementos que prometían un buen rato de felicidad. Al entrar, encontré al muchacho, colocando en algunas de las estanterías de la fruta carteles de descuento; rápidamente, me invadió el deseo de comprar melones, los cuales, estaban en oferta. ¿Que podía salir mal?

Al acercarme, sucedió. Al tratar de coger la fruta mencionada, nuestras manos se rozaron. La palma y mis falanges chorreaban de sudor, me moría de vergüenza. Pero sostuve con la poca seguridad que me quedaba los melones que quería llevarme.

Una vez en el mostrador, ambos interactuamos:

-Hola de nuevo. -Me dijo con un tono afable. Dios, se acordaba de mí. La piel se me puso de gallina, no podía ser…
-Aquí tienes.- Le dije con voz temblorosa, sosteniendo las ganas de expresar todo lo que sentía. En ese momento hubiese sido capaz de comprar otros 15 melones más.
-Pues muy bien.- Añadió.

Nuestras mirada se entrelazaron durante varios segundos.

-¿Quieres algo más? - preguntó con voz dudosa, quizás ante el nivel de incertidumbre que la situación nos estaba proponiendo.
-No.- respondí. Mentía claramente. Sabía lo que quería. Jamás estuve tan seguro de ello. Pero no fui capaz, no di el paso. Deje que el eterno monólogo de mis pensamientos invadiese mi mente por el resto de los días. Y me marché, no miré atrás. No miré aquello que dejaba tras mis espaldas.

En la tienda de Ondarreta puedes encontrar lo que necesites. Yo encontré un amor prohibido, que permanecerá conmigo por el resto de mis días.

Somos de fuera y pasábamos casualmente por allí, así que decidimos comprar un par de botellas de agua justo cuando el local ya cerraba. El chico que nos atendió fue muy amable y risueño con nosotros. Local de los que se echan en falta en grandes ciudades y con buena música de fondo.

Gente legal y muy trabajadora. Buen pan y tienen productos de km0. Abren los domingos mañana y tarde, con lo que viene muy bien. Ahh....y suele sonar buena música!

Llevo años yendo a esa tienda y nunca he tenido una mala experiencia con ellos. Atención, servicio y calidad de 10!

Gran variedad de productos y la atención y el trato al cliente es de 10! 👌

Soy clienta casi diaria y me encanta, fácil de llegar, y con muy buena atención

tienen de todo, me encanta

La mejor tienda del mundo!! Todo un clasico!!

Tiene de todo

Buen producto