Hospedería Las Cañadillas

Nos acercamos a ver como era el hotel y nos recibió la dueña con malos modos diciendo que era u finca privada. Otro señor muy amable y sonriente.

Un lugar magnífico.

Se encuentra en un entorno idílico al que se acercan a comer ciervos y jabalíes.
Juan Antonio, el dueño, es amabilísimo y tiene un trato ideal con los niños.
Las cenas que ofrece son con productos de su huerta y huevos recién cogidos de su corral.

Los atardeceres no tienen precio, y está cerca de múltiples actividades en la zona.

La experiencia en la hospedería cañadillas ha sido de 10. Celebramos mi despedida de soltera y no nos pudieron tratar mejor. El dueño, Juan, y su sobrina, María, fueron de lo más atentos. Puesto que éramos muchos tuvimos la hospedería para nosotros solos y nos dieron todas las comodidades y facilidades, nos sentimos como en casa.

Las habitaciones están de maravilla, cada una con su baño y su aire acondicionado. La piscina está impoluta, así como el resto de la hospedería.

Las comidas, cenas y desayunos buenísimos, cocina casera siempre. Además, se adaptan a las intolerancias o alergias sin problema.

La ubicación es perfecta, naturaleza y tranquilidad. Además, puedes moverte con facilidad, en coche tardas 5 minutos al pantano del tranco donde hay muchas actividades para hacer.

Sin duda repetiremos, da gusto encontrar negocios tan bien llevados y con un trato tan bueno hacia los clientes.
¡¡¡Muchas gracias!!!

Mi sono fermato 3 notti per poter partecipare alla gara Segura Extreme. Posso dire che la posizione è ottima per chi volesse partecipare alla gara, ma anche per chi vuole passare qualche giorno qui per scoprire le bellezze del parco naturale.
L'accoglienza è davvero ottima e l'ospitalità genuina.
Io avevo, causa gara, un po' di richieste speciali e il proprietario è stato flessibile e gentilissimo, mettendomi a mio perfetto agio.
Molto interessante la cucina. In zona non ci sono molte alternative ma mangiando a Las Cañadillas non si resta di certo delusi!

Llevo yendo muchos años y mis amigos me dicen que por qué no voy a otro sitio.,..... sencillamente el lugar es espectacular, la comida casera excelente, el trato familiar inigualable....te hacen sentir en casa....y todo a un muy buen precio...lo tiene todo....para qué probar suerte en otro lugar? Un abrazo familia....que paséis un buen invierno!!!

Es la quinta visita que hacemos, en este caso, con unos amigos, lo cuales estuvieron también encantados. Posiblemente, en breve vuelva a ir. Lo estoy deseando, si viviera mas cerca, lo visitaría mas a menudo.

Sitio mágico, perdido en la Sierra de Cazorla, entre montañas y animales. Sin cobertura, ni conexión con el exterior, todo relax, paz y tranquilidad. Camino de acceso, tiene un tramo, de 500 m, que está un poco regular, pero merece la pena.

Atención por parte del dueño Juan Antonio, como siempre, la mejor que te puedan dar, inmejorable, te hacen sentir como si estuvieras en tu propia casa, en familia. En esta ocasión, hemos conocido a su sobrina María, una chica encantadora y servicial.

Tiene su propia piscina, rodeada de árboles, con zonas de hamacas y mesitas con sus sillas.

La casa tiene un salón de usos múltiples en común, con su TV, librería y juegos de mesa.

Una terraza exterior, que es fantástico, poder cenar allí, con esas maravillosas vistas, mientras va cayendo la noche.

Para nosotros ha sido un gran descubrimiento, fuimos un grupo de 13 personas, desde el primer momento todo fueron facilidades para que todo estuviera a nuestro gusto y acorde a nuestras necesidades, a Juan Antonio y María no se les escapó ni un detalle, antes de que tuviéramos que pedir cualquier cosa ya lo teníamos todo.

El alojamiento se encuentra en un enclave privilegiado dentro de la profundidad de la sierra y al lado del pantano del Tranco, vamos, un paraje de ensueño.

La comida estaba riquísima, era toda casera y local. También fueron super cuidadosos con alérgenos e intolerancias para ofrecer alimentos sustitutivos.

Es que no puedo poner un pero, de verdad, salimos de allí más encantados de lo que entramos y sin ninguna gana de irnos.

Sin duda alguna me gustaría repetir todas las veces que pueda, qué buen sitio, qué buenos anfitriones, qué buen hacer y qué agusto nos hicisteis estar, tanto como en casa.

¡Qué suerte tuvimos de encontraros!

Lugar increíble ubicado en toda la sierra, rodeado de naturaleza, a 3 minutos de tranco de beas. Juan ofrece desayunos y cenas caseras buenísimas. En especial, recomiendo el estofado de ciervo.
El salón de la casa es precioso, con una gran chimenea y una decoración bastante curiosa y bonita.

Muy buen trato, muy buen sitio y buenos servicios.
Esperamos volver pronto.

Un sitio para pasar unos días tranquilos sin que nadie te moleste. En plena naturaleza. Desde el alojamiento se puede llegar en poco tiempo al comienzo de un montón de rutas. Nosotros hicimos la subida al nacimiento del río Borosa y es increíble.
El dueño, Juan Antonio, nos indicó como llegar sin problema y fue todo un acierto.
La comida es casera y está buenísima. Mención especial al estofado de ciervo y a las croquetas de chocolate 😋
Recomendadísimo.

Nos encantó la estancia. Un trato fantástico por parte de Juan Antonio, muy atento con todo. A resaltar los desayunos, la idea del buffet virtual me pareció muy acertada.
Todo muy tranquilo, en plena sierra. Ideal para escapar del bullicio y disfrutar de la tranquilidad. Las habitaciones no tienen TV, y el WiFi llega con mala señal, pero ni lo echamos en falta, íbamos precisamente a desconectar. Hay muchas rutas alrededor y pudimos ver muchos animales por la zona. Buena relación calidad-precio y mejor atención por parte del dueño.
Repetiremos.

Todo perfecto.
La casa muy bonita, confortable, espaciosa, muy bien decorada.
La habitación muy grande, la cama muy cómoda y todo muy limpio.
El entorno espectacular, ideal para desconectar.
Se tarda un poco en llegar, la carretera no es muy buena, pero merece la pena.
Los dueños encantadores y amables.
En nuestra habitación no hay tele, pero si llega el wifi.
Hemos cenado en la misma hospedería y estaba todo muy bueno.

Es un lugar tranquilo. Finde puedes oír el sonido del silencio, las vistas espectaculares, la hospedería no tiene lujos superfluos, lo necesario para descansar y relajarte, el desayuno es normal. Cómo en tu casa. La cena está bien, no muy variada. Pero aceptable. El trato es familiar, si quieres aislarte, relajarte y hacer rutas, es el lugar idóneo.

Pasamos un fin de semana espectacular.
Casa en mitad de la naturaleza con piscina, habitaciones cuidadas, la cocina del hostal genial y el trato aún mejor.

Viaje con amigos. No se puede pedir más, desde la reserva hasta la salida todo fue grato y amable.
El alojamiento cumple más que de sobra las expectativas del viajero en cuanto a comodidad.
La atención es más que personalizada, es amigable y familiar.
Los alrededores espectaculares.
Las rutas en moto interminables en un solo fin de semana.
Mil sitios de interés que visitar, desde nacimientos de río, pantanos navegables, mirador de estrellas, fauna...
Si lo que se busca es descanso, tranquilidad y sentirte como en casa al llegar de todo el dia dando tumbos, esta Hospedería cumple más que suficiente.
Calidad-precio-atención-servicio, insuperables
El propietario Juan como su Madre harán todo lo posible para que te encuentres como en tu casa y no te falte detalle alguno.

Un lugar excepcional para disfrutar de la tranquilidad y naturaleza. El trato es muy cercano y la comida es exquisita. Las vistas son inmejorables y a pocos minutos de la presa del Tranco de Beas. La única pega que pondría es el último tramo de acceso, que al no estar bien asfaltado puede ser un problema para coches urbanos.

Muy recomendable.

Estuvimos el fin de semana pasado, con un grupo de amigos. El sitio es muy acogedor y las vistas increíbles. Mucha tranquilidad. Y Juan el dueño muy atento con nosotros en todo. Muchas gracias por hacernos pasar un buen fin de semana.

Atención muy buena, sitio extremadamente tranquilo y de desconexión. Si quieres ver tele, no es tu hotel ya que no hay en las habitaciones, pero se agradece porque como digo, es un lugar para desconectar totalmente. Hay wifi que funciona bien. El entorno es precioso, el lugar, muy pintoresco. La cama es cómoda, la cena muy adecuada, rica y abundante. Por poner un pero, se ha de ser muy cuidadoso con los 500 metros finales del carril de acceso ya que un turismo ligero puede patinar o rozar en la parte baja, pero con cuidado, se llega perfectamente. Muy recomendable.

Magnífica la estancia y el entorno. El trato es exquisito y la cocina impresionante. Recomendable 100%.

Estuvimos del 8 al 12 para pasar el puente, y nos alegramos haber cogido este lugar para descansar, porque realmente lo que haces es desconectar de la rutina diaria ya que el sitio está en plena sierra de Segura rodeados de naturaleza. La habitación no tiene televisión pero no nos importó ya que dedicando el tiempo en leer y conversar y por la mañana haciendo unas de las muchas rutas de senderismo que hay.
El desayuno y la cenas perfectas y a la carta, y sobre todo agradecerle a Juan el trato que da a los clientes, demostrando ser un gran profesional en lo suyo. Gracias.

Es una casa grande, con piscina, varias habitaciones. La nuestra muy amplia, limpia, excelente precio, e inmejorable localización. Está a solo 500 metros de la presa y la carretera que la cruza, pero parece que esté uno totalmente aislado, en pleno bosque de pinos, encinas, chopos, etc. Encargado muy amable. Repetiremos.