L' ANCLA

Una tienda encantadora, dan ganas de llevártelo todo. Y sus vendedoras son supersimpáticas. No te la pierdas.

Gran Calidad en la ropa y mejor trato..
Volveré sin duda...

Suelo tardar una media de 3 días en decidirme por un traje de baño. Que si entero, que si bikini, que si cintura alta, baja, copas, cortinillas... Aquí me aconsejaron según la forma de mi cuerpo y ofrecieron varios colores para mi piel. En 15 minutos salía encintada con mi nuevo bikini ya puesto directa a la playa. Buena calidad y ese tipo de atención al cliente que parece casi en extinción. Gracias 🙏

Mucha variedad, marcas de tejidos y acabados de calidad, una paciencia y asesoramiento supremo, lástima no compramos debido a la difícil talla. Intentaremos otra vez haber si encajamos, 5☆

Tenda excepcional, qüalitat de la roba molt bona, molt bones professionals. La recomano 100%

Personal muy amable
Producto muy variado y con mucho gusto

Tienda de ropa, bikinis y complementos. Cada año compro algun bikini ya que tienen marcas de calidad y bonitos diseños.La dependienta te asesora para que encuentres el mas adecuado. Muy recomendable.

Restaurante en zona cero de Calella de Palafrugell, el servicio por parte de los camareros aquí es óptimo. Sin embargo las cantidades de la comida dejan mucho que desear y los precios son abusivos, la presentación es mediocre al igual que el sabor, la carta y sus platos? Nada del otro mundo, muy soso y básico.
Quieren ir de modernos con las comidas pero es lo peor que he probado en lo que llevo de año, no tenía las expectativas altas ni nada pero aún así me ha defraudado este local.

Lugar pequeñito con bastante ropa de baño debido a su ubicación. El lugar y la ropa bien. Lo que falló fue la atención de la dependienta. Había una chica joven muy amable pero la señora de más edad se comportó muy déspota, mirándome con asco y pareciendo que pensara en dónde me iba a meter yo. Le pregunté por un bikini y mirandome con desprecio me dijo que buscara otra cosa porque no creía que me fuera a ir bien. La suerte es que yo iba con mi suegra y me animó a probármelo. Efectivamente me lo quedé porque me gustaba y porque me iba bien, incluso algo desahogado. Si era dependienta, mal por la dueña porque realmente no tiene idea de a quién tiene trabajando en su negocio. Si era la dueña, que se lo haga mirar porque no se puede vivir de cara al público con ese compotamiento. Tarjeta roja sin duda.