Estátua do General Décio Júnio Bruto

Una escultura ecuestre del general romano Decimo Junio Bruto.
En el año 137 a.C. el senado de Roma asignó a este general la pacificación de la Lusitania que, tras la muerte de su caudillo Viriato, aún seguía enfrentado a Roma mediante guerras de guerrillas.
Tras pacificar definitivamente a los lusitanos, Bruto se dirigió al norte de Portugal y el sur de Galicia con el fin de conquistar las tierras de los Brácaros y los Galaicos.
Cuenta la leyenda que al intentar cruzar el río Lima los soldados que componían la tropa se negaron a cruzarlo al asociar este río con el río Lethe, uno de los cinco ríos que conducen al Hades, el inframundo de los muertos. Según pensaban los romanos si cruzaban este río perderían la memoria, olvidando a sus seres queridos e incluso sus propios nombres. El general Decimo Junio Bruto atravesó el río con el estandarte en la mano y desde la otra orilla les gritó a sus soldados su propio nombre y llamando a sus lugartenientes por sus nombres. De esta forma demostró y convenció a los soldados que no había olvidado nada y que le podían seguir sin ningún peligro.
En el año 132 a.C. las tropas romanas comandadas por Bruto, tras cruzar los ríos Lima y Miño, conquistan las tierras del norte de Portugal y sur de Galicia en una importante batalla en la que varios pueblos celtas se unen en su lucha contra Roma. Las tropas de Bruto se hacen con la victoria y esto le valió al general el sobrenombre de "Galaico".
El propio Decimo Junio Bruto siendo cónsul de Roma mandó fundar la villa de Valentia Edetanorum, la actual ciudad de Valencia, en el año 138 a.C. con parte de los soldados veteranos de las guerras contra los lusitanos.
Como curiosidad hay que decir que este general Decimo Junio Bruto fue el abuelo de Marco Junio Bruto, un senador que participó en la conspiración y muerte de Julio César en el año 44 a.C.
Una escultura que aunque no tiene un gran valor artístico sí tiene, sin embargo, un gran valor histórico.

Cuenta la leyenda que cuando llegaron los romanos a esta zona no se atrevían a cruzar el río pues tenían miedo que al hacerlo y en vista de la hermosura del lugar temían perder la memoria, lo que les haría perder todos sus recuerdos, de su familia y de su hogar.
Así que el general Décimo Julio Bruto cruzó las aguas y situándose frente a sus tropas nombró uno por uno a cada uno de sus soldados conminandoles a cruzar el río.

Uma bela obra de arte com uma história interessante.
Recomendo ver 👍

Interessante quando topamos que mesmo do outro lado do Rio estava a sua tropa a representa cena do Rio do Esquecimento.