Cerro Guayamuri

Este increíble Cerro, está declarado con el Cerro Matasiete Monumentos Naurales,  el día 27 de febrero de 1974, mediante resolución Nº 1.635, publicada en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela Nº 30.324, del 02 de marzo de 1974.
Su Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso, fue decretado el 5 de junio de 1992 bajo numeral 2.341, pero publicado en Gaceta Oficial el 26 de marzo de 1993, con el numeral 4.548.
Es uno de los tres monumentos naturales que están en la Región Nueva Esparta.

El monumento natural es parte del Sistema Nacional de Parques, correspondiente a la Región Nueva Esparta, constituye un importante reservorio natural, y en sus 1.672 hectáreas permite el hábitat de especies terrestres, tanto de fauna como de flora.
Matasiete y Guayamurí están ubicados al este del tramo norte de la Serranía de Margarita y su localización es de norte a sur: Matasiete y Guayamurí. El Cerro Guayamurí, con una altura de 480 metros está separado del Cerro Matasiete por una depresión cuya altura máxima no pasa de 80 metros.
Las dos formaciones representan un área natural con características especiales, que le convierten en una zona eminentemente protectora.
El clima del monumento, según la escala de Koeppen, corresponde al tipo B, cálido-seco, del subtipo semiárido con vegetación xerofítica. Posee una temperatura aproximada de 25° C. temperatura: 25°C (media anual).
Las precipitaciones medias anuales es de 600 milímetros. Su piso altitudinal es tropical y premontano. Y en lo que corresponde a provincia de humedad, es subhúmeda.
La vegetación en los cerros es tipo bosque xerófilo en sus faldas y un bosque húmedo tropical en la cima, en el cual cualquier visitante puede perderse sino tiene a su lado un guía que conozca el lugar.
Las especies vegetales más características son el cují, clavellino, yaque (Prosopisjuliflora), cujicito (Mimosa arenosa), guayacán (Guaicaumofficinale) y el guatacare (Bourreriacumanensis).
Además, se presentan ciertas especies arbóreas como el guatacare, ajicitos y guayacán, arbustos entre los que se pueden mencionar el algodón de seda (Calotropis procera), el orégano (Lippiaaffinis), túa-túa(Jatrophagossypiifolia), así como la campanilla, guaitoco y el cadillo de perro.
Entre la fauna que se puede encontrar en estos dos cerros, se encuentra el conejo silvestre (Sylvilagusfloridanus). También hay una importante cantidad de especies de aves, como la pavita hormiguera (Thamnphilusdoliatus), el tordo negro margariteño (Tiaris bicolor), oripopocabeza roja (Cathartes aura), el gonzalito (Icterusbelioeides), entre otras.
Igualmente, hay un mono machin (Cebus apella margaritae), que fue liberado en la zona, luego de ser rescatado de cautiverio.

Era un sitio de encuentro para los Guaiqueries, era un sitio para enlazar sentimientos, y oraciones en la cima. Es una montaña llena de culebras, en donde se debe subir muy temprano y respetar la caminería que ya existe y es sendero seguro hacia la cima.

Un cerro con magia. Desde en manantial se consigue ésta ruta. Una subida suave por la falda, mientras más cerca de la cima más empinada. Se aprecian buenas vistas en el camino, con algunos moradores ideales para una foto. En la cima está una virgen del valle. Quizá te encuentres con un mono que anda suelto.

Es uno de los mejores paseos de senderismos que he recorrido en la Isla.

Experiencia Maravillosa adentrarse en el...

es un muy buen lugar para los que les gusten las rutas de montaña es un poco fuerte la subida y es un poco larga pero no tanto se puede hacer en un día , la vista desde el camino y la cima es muy bella