Casa Rural Casa Mur de Alujan Pirineo Aragones

We didn't stay here but visited to have a look at this fascinating fortified house. Even though we were unannounced the owners brother kindly gave us a tour.

Amazing XV century castle converted into several cottages. Joaquín Mur will kindly explain you the history of the castle and his family.

El dueño es muy agradable, educado y amable. Nosotros alquilamos una casita de 2 plantas con 2 dormitorios, 1 baño y salón cocina con chimenea. La cocina totalmente equipada y estuvimos muy a gusto.

Sorprendente en todo. Dormir en un lugar de hace 500 años lo hace especial. El entorno y la tranquilidad más aún. Y el trato y cordialidad del dueño genial. Absolutamente recomendable. Gracias!!

Volvería una y otra vez. Una casa rural que cuida cada detalle para sentirte como en casa. Nosotros estuvimos en la Casa de la Lana, un espacio de ensueño. La bañera con hidromasaje, la perfecta temperatura de la habitación, todo lo necesario en la cocina, secador de pelo. No falta detalle.
Es de agradecer que a un sitio así se puedas llevar a los perros que disfrutan más que las personas, si cabe.
Los animales de la casa son una pasada, te puedes acercar a ellos, darles de comer, incluso hemos podido probar los huevos de las gallinas, riquísimos!
Un diez de alojamiento donde desconectar y sentir la naturaleza.
Gracias Quino por la experiencia y la amabilidad.

Ideal para desconectar un fin de semana. El dueño Quino muy amable, nos dio varias recomendaciones para visitar. A destacar su perrita Calcetines, te acompaña a todos lados, es preciosa. La habitación limpia y con todo lo necesario.

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Un alojamiento de 10 si quieres un auténtico relax pirenaico. Quino y su familia son un encanto y tratan fenomenal a sus huéspedes. Si duda un lugar para repetir la experiencia. Nos gustó mucho el entorno y la tranquilidad del lugar. La perrita calcetines es súper cariñosa, y los animales del lugar también. Muy recomendable para familias con niños, pueden dar hasta biberón a los corderitos pequeños. Volveremos familia Mur.

Ya hemos ido dos veces a la casa rural, ambas dos hemos dormido en la torre, la primera vez en la segunda planta y la última vez en la primera, habitaciones rurales con un toque moderno, muy bonitas, nos encantaron las dos. El dueño de la casa rural, Quino, Nos trató increíblemente bien las dos veces súper majo, enseñándonos a todos los animales que tienen, y tienen unos cuantos! Calcetines, es la perrita protagonista del lugar, siempre está para recibirte, y si la dejas, se va a dormir contigo a la habitación… Además, esta segunda vez ha coincidido que ha sido Mama!! Y hemos conocido a sus cachorritos!! Gracias por la experiencia!! También coincidió que estaban cuidando un ternerito y una ovejita Monísimos, también tienen cinco burros, cuya mamá se llama Isabel, dos perros más, gallinas, conejos… para personas que somos de ciudad, una experiencia inolvidable, 100x100 Recomendable. Como recomendación, subir a todo lo alto de la torre y ver las estrellas, es increíble como se ve el cielo y no hay un solo ruido en la calle, desconexión total, volveremos!!

Sitio espectacular para pasar toda tu vida allí, el sitio es exclusivo por sus paisajes, su historia y sobretodo por sus dueños, gente que tratan como familia desde el primer minuto. Un 10 para Quino y su familia.

Fantastica experiencia la de habitar en un castillo, el dueño (QUINO) una persona entrañable, simpatico, servicial... vamos que no podemos decir ni un pero.
Volveremos seguro!!

Bonito lugar para desconectar en la naturaleza con tu mascota, a unos 15 minutos de Aínsa, es un castillo del siglo 16 con su encanto, escaleras de caracol para subir a la habitación, se intenta mantener lo máximo original. Hay ovejas, asnos, gallinas, perros, gatos. El anfitrión Quino muy amable y su perrita calcetines te acompañará a todos lados.

El sitio es precioso, la casa a sido restaurada conservando el encanto original. Está equipada con todo lo necesario, tiene hasta plancha y tabla. Los animales de la casa son súper dóciles, mis hijas disfrutaron mucho jugando con ellos. Quino y su familia son encantadores. Es para volver y quedarte un mes entero.

Sitio ideal para estar en familia y desconectar (El castillo es precioso)
La casa del vino que era la nuestra. Limpia y con todo detalle.
Los animalitos. En especial a Calcetines, una perrita excepcional.
La amabilidad de Quino y su sobrina Teresa.
Sin lugar a duda, volveremos y 100% recomendable

Un lugar con muchísimo encanto y muy acogedor. Rodeado de naturaleza, hay gallinas, gatos, perritos... Calcetines y sus cachorros son muy cariñosos. Dormimos en una de las habitaciones de la torre, para acceder a ella hay que subir una escalera de caracol estrecha pero vale muchísimo la pena. Además, en la parte de arriba hay una salita con nevera, tostadora, un par de asientos, etc. Hemos estado allí con nuestra perrita y nos hemos sentido muy cómodos. ¡Es un lugar para repetir! ¡Enhorabuena a los dueños!

Hemos pasado 4 días magníficos. Luján está muy bien ubicado como punto intermedio entre el Valle de Pineta y el de Benasque, lo cual permite visitar infinidad de sitios y rutas.
Estuvimos alojados en la Casa del Aceite, uno de los apartamentos de Casa Mur; muy bien equipado y con el plus del jardincito.

Estuvimos 8personas nos tocó la casa del vino,todo genial un entorno espectacular, tranquilo para visitar todos los pueblos de la zona que es lo que queríamos,Quino el dueño super amable nos dejaba coger huevos de sus gallinas y atento en todo, muy recomendable

Casa Mur es un hotel con varias opciones para hospedarse. Nos quedamos en una habitación en la torre que se puede ver al llegar y estaba bastante bien. La única pega la escalera de caracol pero apenas tiene importancia, eso sí, para gente mayor, complicado.
A pesar de estar en Aluján, tienes muchas actividades cerca bastante interesantes como ver Ainsa y realizar rutas o hacer la ruta de Cola de Caballo.
Kino, el dueño, muy majo y atento y siempre nos ayudó con sitios para comer y visitar.

Increíble lugar. Cómodo,limpio, restaurado a todo detalle. El anfitrión Kino, no se puede ser más amable, atento....en fin , un placer. Hemos estádo 4 amigas con niños y hasta nos ofreció el estar pendiente de los niños, para que pudiésemos quedarnos más tiempo en un festival. Experiencia de 10. Mil gracias.

No podriamos haber escogido un sitio mejor para pasar unos dias de descanso rodeados de paz y tranquilidad.
La familia que lleva la casa, super atenta y con muchas cosas que contar.
La habitacion super bonita, mantiene la esencia del pasado. Equipada al 100% con todo lo que se puede necesitar.
Silencio, comodidad y unas vistas espectaculares. Repetiremos!

Un lugar increible. El castillo, el sitio los animales... Estuvimos en la casa del aceite, bonita, acogedora y limpia. El trato con Quino estupendo, siempre pendiente si necesitábamos algo, incluso nos enseño más estancias del castillo. Repetiremos seguro!!