Atalaya del Infante Don Enrique

Arriba hay unas vistas preciosas, la subida merece la pena.

Los últimos peldaños no son muy seguros y necesitas un nivel de forma mínimo para poder acceder a la parte superior. Personas con poca agilidad ni lo intenten.

Puedes aparcar cerca, lo verás rápido. Tienda unos 400 metros de subida, muy bonita y puedes subir arriba. Desde ahí puedes ver toda la sierra, la loma y en días rasos puedes ver Sierra Nevada.
Harás fotos preciosas.

Sitio a visitar de camino a tiscar, muy bonito y súper vistas

Esta a pie de carretera, si pasas para y sube a verla, es muy bonita se puede subir a ella por una escalera de caracol, hay unas vistas maravillosas.

Fácil acceso y cómoda subida. Las vistas merecen la pena.

Genial para visitar hasta arriba se puede subir al Torreón

Antigua torre de vigilancia, desde ella hay unas vistas muy bonitas y puedes ver el castillo de Tiscar. Es de entrada libre y puedes acceder por el interior hasta lo alto de la torre.

Lo visitamos por íbamos de paso y nos gustó, el entorno y sus vistas.

Grandes vistas donde se ven hasta 5 localidades diferentes. Paz y tranquilidad.

Entrada libre. Subida de 5 minutos andando desde donde se deja el coche. Bonitas vistas. Pilla de paso si vas a ver la Cueva del agua.

En un entorno espectacular se puede visitar, con unas maravillosas vistas

Me encantan las vistas cuando hace un día soleado y de fácil acceso

Vistas impresionantes. Merece la pena su visita para comprender las tierras de frontera en la edad media. Esta región era vía de comunicación hacia el reino nazarí de Granada y había en ella un sistema de defensa del que este torreón del infante Don Enrique es una muestra.

Espectacular las vistas que tiene.
Muy recomendable su visita si estas por la zona. Fácil acceso a pie.

Las vistas desde lo alto de la Atalaya son espectaculares.

En el puerto de Tíscar, a escasos kilómetros de Quesada, se encuentra esta espectacular torre cilíndrica de más de 10 metros de altura.
Construida a finales del siglo XIII por orden del Infante don Enrique –hijo de Fernando III el Santo y hermano de Alfonso X el Sabio– su función consistía principalmente en controlar los movimientos de tropas en el camino al reino de Granada.
Tras su restauración, una escalera metálica nos permite acceder a su interior a través de la puerta original, situada a 3,5 metros de altura.
Desde su privilegiada situación –está situada a 1.183 metros sobre el nivel del mar– nos permite divisar municipios como Baeza, Torreperogil, Úbeda, Santo Tomé, Villacarrillo o Iznatoraf.
El puerto de Tíscar a más de 1.180 metros de altura, se encuentra la Atalaya del Infante don Enrique, una torre cilíndrica con más de 10 metros de altura desde su base que permite controlar visualmente un vasto territorio a su alrededor. Su función principal consistía en vigilar el movimiento de tropas en el camino hacia el reino nazarí de Granada, alertando también a los castillos cercanos –Tíscar o Quesada– en caso de peligro a través de señales de humo. En su fachada aún se conservan dos escudos empotrados; en uno de ellos –el mejor conservado– se distinguen las figuras de dos castillos y dos cruces calatravas, pudiendo tratarse del escudo del Infante don Enrique.

Sitio muy tranquilo. Corre el fresco y tiene unas vistas muy bonitas. Se puede acceder a lo alto de la torre sin ningún problema

La Atalaya del Infante Don Enrique es un vestigio histórico de gran relevancia junto al Castillo de Tíscar. Su función era la de vigilar el movimiento de tropas en el camino del reino nazarí de Granada en la época de la Reconquista. Es una construcción cristiana que se levanta sobre una altitud de 1.183 metros sobre el nivel del mar; mandada construir hacia el siglo XIII por el infante Don Enrique, hijo de Fernando III el Santo y hermano de Alfonso X el sabio. Es de sección circular, construida con aparejo de mampostería regular y sillarejo, pudiendo acceder a su interior a través de un hueco situado a 3.50 metros del suelo, hoy día accesible gracias a una escalerilla metálica. Sobre la entrada dos escudos, uno de ellos ilegible y el otro perteneciente al Infante D. Enrique.

En su interior se aprecian los mechinales donde se insertaron vigas para crear una planta intermedia construida en madera. El cierre de la torre se realiza mediante boveda de media naranja.

Esta torre cilíndrica poseía tres funciones principales: Defensiva, comunicativa y de vigilancia, empleando el fuego o el humo como aviso de peligro a las fortalezas circundantes, principalmente al Castillo de Tíscar.

Desde lo alto dividamos la llanura de Pozo Alcón, Sierra Nevada y los valles del los ríos Extremera, Béjar y Majuela, hasta los pueblos de Baeza, Torreperogil, Úbeda, Santo Tomé, Villacarrillo e Iznatoraf.

Buenas vistas. Un sitio curioso

Muy bien conservada, con unas vistas espectaculares