Hotel Rural Días de Luna

We loved the hotel, the food and the surroundings. The owners go the extra mile to make you feel special. There are plenty of areas to visit, routes to go hiking and other outdoors activities. We are looking at coming back soon!!

Soli is so helpful and proud of the region which she promoted well.

Estuve hace poco alojado en este maravilloso lugar por motivo de un retiro de Mindfulness. Fue una experiencia de 10. El lugar es precioso, la decoración es muy bonita, está lleno de lindos detalles en cada rincón. El salón y el jardín tienen rincones especiales para disfrutar y recogerse. La atención de Sole y la comida de Gerardo son de admirar, les estoy muy agradecido. En definitiva, un lugar que recomiendo 100%

Un lugar maravilloso escondido entre embalses y montañas floreadas por retama y magnolias. El jardín es delicioso y el salón muy espacioso y agradable. La habitaciones que tuvimos fueron una triple muy agradable y una doble pequeñita, las dos en el piso superior abuhardilladas y con vistas a la naturaleza y banda sonora de cencerros de las vacas vecinas. La comida nos gustó mucho y la atención fue fabulosa. Nos prepararon picnic para salir al campo. Muy recomendable hacer caminata desde Villafelices de Babia.

Precioso hotel rural en una antigua escuela restaurada a caballo entre Luna y Babia. Atención amable y cercana, habitaciones amplias y confortables, saloncito para pasar el rato superacogedor, conciencia sostenible y ecológica en la gestión y entorno maravilloso. 100% recomendado, especialmente para familias que también aprecien la tranquilidad (gracias por no ser un excluyente hotel adults only). La cocina, con algún toque creativo pero mayormente casera, está buena, aunque quizás como única pega el menú de cena se queda un poco escaso para los muy comedores, sobre todo después de una buena caminata (al final es un solo plato con 3 tapas).

Trato familiar y muy profesionales. Sole es un encanto de mujer y me hizo sentir como en casa, cuidando los detalles. Atenta a cada uno del grupo, y no éramos pocos.
La comida es espectacular, hecha con cariño, dedicación y sana. El entorno, buuf!!!, nos tocó un fin de semana nevado, que lugar más hermoso!!! Invita al descanso, al recogimiento, pero también a hacer alguna ruta y aunque no pude probarlo, por razones obvias, me han recomendado los baños en el pantano, lógicamente en otra estación del año 😉
Las instalaciones me han encantado, todo muy cuidado hasta el mínimo detalle; Habitaciones amplias y de limpieza impolutas. SÚPER RECOMENDABLE

GRACIAS!!!

Las antiguas escuelas de "niños"y "niñas" del pueblo de Sena de Luna fueron transformadas por Sole y su pareja en un lugar de ensueño: un hotel rural con habitaciones amplias y limpias, decoradas con mucho gusto. Las escaleras de madera dan acceso a ellas, mientras abajo un enorme salón con chimenea y sofás variados invita a la relajación, a la lectura de uno de los innumerables libros que hablan de las tradiciones de la Babia y de otras comarcas de León, de sus gentes, de su etnografía, de su naturaleza, de sus incontables senderos y montañas y de su rica historia. El hilo musical relajante y suave te hipnotiza mientras esperas una cena de 10, hecha con mimo y cariño con tres platos de cocina de estrella Michelin, con productos locales de kilometro 0 a ser posible para fomentar la economía local y reducir el impacto ecológico. Los desayunos te avivan el apetito: son igualmente caseros y constan de una variedad de dulces y salados: quesos locales, mermeladas caseras, embutidos, frutas variadas... Fuimos como campo base para ascender al Cornón, pero nos hubiéramos quedado semanas disfrutando del jardín y del canto de los petirrojos en la araucaria, del cielo límpido de Babia y del verdor de los valles por donde transitaron miles de ovejas merinas durante muchos siglos.
Volveré. Ojalá que pronto.

Para quedarse en Babia😍ahora entiendo la expresión, es un sitio idílico, precioso y en días de luna te tratan mejor que en un hotel de 5 estrellas, pues su sonrisa es auténtica, el trato también y el cariño que ponen en la cocina, espectacular. Hace mucho que no comía comida tan buena siendo ecológica y sana. Fui con amigos y tuvimos que aplaudir al cocinero, pues así se lo merecía. Enhorabuena a Días de Luna, me encantará repetir😍gracias por cuidar cada detalle y con tanto cariño 🌈❤

Un hotel perfecto para la realización de eventos , retiros, vacaciones …
Los dueños son maravillosos, la ubicación inmejorable y la comida una auténtica delicia.
Repito con un nuevo retiro este mes de Abril por segunda vez.

Es un sitii precioso, espectacular y de trato inigualable. Te tratan con cariño, que ni un hotel de lujo tiene.
Y qué decir de la comida, es un sitio en el que redescubres que el cariño a la hora de cocinar también tiene sabor. Estaba todo delicioso. 100%recomendable, me encantará repetir

Este hotel es un lugar idílico para pasar cualquier momento del año junto a familiares y amigos. El personal es amable, educado y además es un lugar en el que respetan el medio ambiente, tanto en los productos de limpieza que usan cómo en la comida. En cuanto a esta, el chef es profesional, y hace lo posible para que el cliente disfrute de su comida. Sin duda es de los mejores hoteles en los que he estado. Muchas gracias ☺❤

Estuve en este precioso hotel con varios amigos y lo recomiendo totalmente! El servicio impecable, todos muy amables, atentos y la comida , ecológica, sin gluten, buenísima! Para descansar y salir de la rutina, este hotel es ideal. Gracias a todo el equipo!

En la tierra hay pequeños paraísos en lugares inesperados. Días de Luna es uno de ellos: antiguas escuelas reformadas con unas 20 habitaciones acogedoras y un bonito jardín donde las tardes de lectura se esfuman. Como aficionado al ciclismo, paraje maravilloso que ofrece multitud de opciones. Servicio muy atento y esmerado. Excelente cocina, variada combinando modernidad con tradición y productos locales. Para repetir sin lugar a dudas.

Preciosa casona convertida en hotel rural, en la comarca de Luna. Lugar muy tranquilo, donde desconectar y pasar unos días rodeados de naturaleza. Cuenta con una pequeña biblioteca para los clientes y un salón muy confortable, donde pasar las horas leyendo o relajándose. La cena estaba rica, no demasiado abundante, pero con buena presentación y platos un poco diferentes. Muy recomendable

Hotel rural muy bonito y tranquilo. El lugar donde esta ubicado precioso con las montañas a la espalda,nos dieron una habitación en el último piso y se veía toda la montaña desde las ventanas. Los dueños muy amables,las cenas en el restaurante muy buenas con una cocina creativa que hasta mi hijo de 13 años le encanto.Tiene un jardín con mesas y sillas donde tomar algo a media tarde .Volveremos

Estuvimos una noche pero estuvo todo genial. La ubicación es preciosa y hay rutas para hacer y sitios cerca que puedes visitar. El hotel dentro y fuera un encanto. La mecánica de la cena nos gustó mucho, sin duda volveremos para quedarnos más días.

Un sitio EXCELENTE.
Lo más: la comida. El cocinero podría tener un restaurante con estrella!!!!!
Los dueños son un encanto.
Tienen todo muy bien decorado, respetando el medio ambiente.
El lugar: para recargar pilas y conectar con la naturaleza, es perfecto.
Muchas rutas de senderismo.

Un hotel rural precioso. Lleno de detalles y rincones con encanto. Los dueños y personal buena gente y muy amables. Todo genial. Para volver sin duda

Un lugar para ir, para disfrutar del buen trato, de la comida, del servicio, del entorno, del descanso. Recomendable siempre para pasar unos días excelentes. Mi felicitación a Sole y Gerardo y a los que con ellos trabajan para que "Días de Luna" siga siendo un lugar excepcional.

Fuimos a este hotel en busca de tranquilidad, cosa que encontramos desde el momento en el que nos alojamos. Dispone de un amplio salón con libros para todos los públicos, chimenea, mantas y juegos de mesa. También dispone de un magnifico jardín con varias mesas para sentarse a disfrutar del buen tiempo y de alguna mesa de ping pong.
Los dueños son muy atentos y siempre están dispuestos a ayudar en lo que necesites. El desayuno es buffet libre y las verdad que hay de todo. Nosotros no comimos allí pero sí que cenamos, y se nota que es comida de calidad.
En definitiva, un sitio espectacular para pasar unos días.