Venta Las Peñas Casa Juan

Fue toda una experiencia. Tenía unos días de vacaciones en Cazorla y estuve revisando sitios de la cercanía donde comer, no me convencía ninguno hasta que di con este y decidí probar. Fue todo un acierto, nada más llegar ya te sentías como en casa, nos invitaron a pasar a un salón que tenía una gran chimenea central con el fuego encendido que aclimataba el lugar. Yo pedí una cerveza y me la trajeron en un vaso de barro y estado fresquisima, el contraste de la cerveza y el calor de la chimenea era increíble pero no acababa ahí ya que el camarero nos dejó bajo la mesa un cubo con la lumbre del fuego para que estuviesemos aún más agusto. Solo por eso ya mereció la pena haber venido pero la comida no se queda atrás.

De tapa nos pusieron unas papas fritas caseras con torreznos y chorizo al infierno. Pedimos unas bravas, que estaban deliciosas con las papas caseras ,al punto y una salsa, evidentemente también casera,con el picor exacto. Creo que las papas bravas son un buen plato para probar la calidad de un local ya que, pese a que es sencillo, cualquier fallo en el plato lo frusta, por ejemplo unas papas de paquete, otro corte diferente o una salsa de bote. En este caso todo estaba perfecto.

Luego pedimos gamo en salsa, que nos recomendó uno de los camareros. Nunca había probado ese tipo de carne pero, de nuevo, acierto. Un sabor como el que te esperas de una carne de caza, salvaje. La carne tierna y un plato contundente. Además el camarero nos comentó que lo habían cazado ellos mismos así que imaginense lo fiel a la zona que era el plato.

De segundo pedimos jabato a la brasa. Una carne que tampoco había probado nunca, a fin de cuentas de eso se trataba el almrozar por la sierra. Una carne muy muy sabrosa, fina y muy tierna. Además de nuevo, contundente y casero.

Por último, viendo la calidad de la comida, preguntamos por los postres y nos dijeron que ese día tenían yogurt casero de leche de cabra. Ni nos lo pensamos. No voy a decir nada del plato, simplemente que si no fuera por lo lejos que estaba de mi casa, me habría llevado un cubo.

Además tuvieron el detalle de invitarnos a unos chupitos.

Inolvidable
Mi más sincera enhorabuena al local, por ser tan fieles a su estilo casero y dar una comida y trato estupendo. No hagais caso a las reseñas de gente que se queja de que el servicio es lento (que no me lo parece en absoluto), si alguien quiere comer bien y casero sabrá esperar y si no que se vayan al burger king.

Todo exquisito, en un ambiente muy bueno y calentito, junto a esas chimeneas y además unos braseros. El servicio excepcional

La comida estaba muy buena, todo era casero. El chico que nos ha atendido era encantado y su madre una gran cocinera. Con la cuenta nos dieron un chupito y un rosco casero que también estaba rico.

Todo muy bueno. Recomendación el gamo en salsa. En lo posible, reservar y avisar de los platos anticipadamente para un servicio más agil.
Repetiremos.

Comida espectacular y servicio impecable. Nos ha encantado nuestra visita a este magnífico restaurante. A destacar las alcachofas en salsa y la morcilla, realmente exquisitas. Además el sitio es bastante acogedor, con un salón interior con dos chimeneas y decoración rústica y con mucha solera. Mantuvimos una conversación muy amena con uno de los hijos del dueño que fue super amable. Negocio familiar entrañable, gracias por todo!!! Volveremos sin duda si nos dejamos caer de nuevo por la maravillosa Cazorla

Accueil chaleureux, cuisine de terroir authentique, généreuse et de qualité. Prix doux, pas d'arnaque au touriste. Cet établissement familial mérite un détour. Merci de votre accueil.

El servicio espectacular el camarero super atento y el dueño más aún la comida la mejor de todos estos restaurantes en cuanto calidad precio todo hecho al momento recomiendo este sitio antes que otro

Es un sitio que no hay mucha gente pero la comida es increíble y a cantidades precio y comida perfecto el trato increíble .
Si pasáis por aquí de casualidad ir sin falta

Muchas gracias a Juan y a su familia! Negocio familiar muy bien cuidado y llevado. Perfecta atención al público, desde que entras no te falta de nada.

Cuando llegamos, los camareros muy atentos nos encendieron la lumbre y nos pusieron el brasero, nos atendieron enseguida y nos sirvieron unas cervezas bien frías con su correspondiente tapa.

Llevábamos un cachorro y nos trataron muy bien, y además se preocuparon de que nadie se sintiese incómodo por su presencia. Nos recomendaron sus platos caseros, todos riquísimos elaborados con productos de la zona. Pedimos alcachofas (de su propia huerta, una delicia), albóndigas de jabato y estofado de gamo. Todo riquísimo, y hecho al momento, de precio muy bien para todo lo que comimos.

Un 10 para este sitio tan recomendable si quieres comer en un sitio auténtico de la sierra de Cazorla.

Llegamos casi por casualidad y al final fue un gran acierto. Comida estupenda a precio asequible, personal muy cercano y amable. La comida tarda un poco pero merece la pena esperar por una comida casera, hecha en el momento y de calidad. Repetiría sin dudar

Paramos a comer a la vuelta de nuestra visita a Arroyo Frío,la comida riquísima,los camareros super atentos y el trato al cliente de 10!!!! Sin duda alguna volveremos a repetir en nuestra próxima visita. Lo recomiendo totalmente!!!

La comida buenísima, sobre todo las albóndigas de jabalí. Y el trato de los camareros y el dueño muy cercano. Sin duda volveremos a ir

El mejor lugar del mundo. Yo tengo miy buenos recuerdos. Una gente espectacular. Enhorabuena

Un lugar muy característico si pasas por la zona. Comimos carne de gamo y jabato, ambas muy tiernas. El postre, yogur de leche de cabra, con miel y nueces exquisito! Servicio atento y cálido, justo al lado de la chimenea!

La comida espectacular. Y JuanFran muy bien. Gracias.

Llevo más de 30 años comiendo es este lugar, cuando puedo escaparme. Sencillamente geniales. Voy a volver en breve, si consigo arrastrar a mi hijo. Gracias a toda la familia.

El mejor restaurante de la sierra en comida servicio y súper atentos pronto nos volvemos a ver

Hemos vuelto porque nos gustó mucho el primer día y queríamos probar otros platos. La ensalada de la casa buenísima, refrescante y original; los pimientos rellenos BUE-NI-SI-MOS, y las albóndigas caseras deliciosas. La terraza es muy fresca y la chica y el chico jóvenes que nos han atendido son super majos. Si vienes a la sierra es un sitio bien
recomendable.

Comer bajo las moreras es una auténtica delicia. El aire fresco de la sierra permite que, en pleno agosto, se pueda disfrutar del almuerzo sin agobios estivales. La magnífica atención del personal quedó de manifiesto con su amable trato, a pesar de servir las solicitudes anárquicas de once adultos, dos niños, una perra y un agapornis. Viandas sabrosísimas como las albóndigas, alcachofas, pollo a la cerveza, papas a lo pobre, revuelto de verduras..., y ríos de cerveza, refrescos y demás líquidos de acompañamiento, todo ello precedido de unas generosas y cumplidas tapas para "abrir boca", hicieron que manifestásemos a Juan nuestras más sinceras felicitaciones por tan buen yantar a tan buen precio. Magnífico lugar para iniciar unas espléndidas vacaciones con buena actitud. Insisto, Juan: muchas gracias por su atención y la de su personal.

Todo muy bueno, gamo, jabato, albondigas, alcachofas, papas a lo pobre... Volveremos pronto