Casa Rural “La Puentecilla”.

Los anfitriones Moisés y Amparo son dos personas encantadoras, hospitalarias y acogedoras como su casa refleja. Muy conocedores e implicados en la ecología y en la etnología local, la casa e instalaciones son preciosas, cuidado hasta el más pequeño detalle, con mucho gusto. Manteniendo las tradiciones de la zona a la vez que se han reciclado materiales naturales como piedra o madera tallada por Moisés; piezas restauradas por ambos y cerámicas que Amparo lleva coleccionando con cariño. Son dos personas muy honestas y trabajadoras, de conversación muy amena e interesante. Siempre es un placer compartir tiempo (sea la temporada que sea) con ellos en ese lugar tan maravilloso de la Sierra de Cuenca.

La casa es una maravilla,no le falta un detalle,Moises y Amparo (los amos)como de la familia,el paisaje precioso,el pueblo un encanto...
Sin duda vale la pena ir, si Dios quiere volveremos.

Un paraíso para disfrutarlo. Un jardín precioso. La casa muy acojedora, especialmente decorada por sus dueños, todo artesanal. Los propietarios Moisés y Amparo son unas personas muy especiales, atentos en todo momento, buenos conocedores de la zona y muy dispuestos. Totalmente recomendable sin duda.

¡¡¡ESPECTACULAR!!!Hemos estado 5 días con mis hijos y nietos y la experiencia ha sido maravillosa. Las dos casas son inmejorables. Bien acondicionadas y muy limpias. La calefacción que tienen es la adecuada para que las casas estén superagradables, a pesar de que hizo mucho frío en estos días. Hemos disfrutado de la barbacoa que teníamos en el patio a tope. El entorno paisajístico es especialmente bello. Ya lo estoy recomendando a mis amigos y dispuesto para repetir yo mismo en cualquier momento. Gracias Moisés y Amparo.

La Sierra de Cuenca es una comarca muy interesante. Una zona tranquila y con muchos puntos de interés para disfrutar de la naturaleza (ríos, fuentes, barrancos, bosques, etc.) y las tradiciones rurales.

El dueño de la Puentecilla está fuertemente implicado en una asociación que pretende mantener el equilibrio de la comarca armonizando sostenibilidad, estética y prosperidad. El alojamiento está modernamente acondicionado, pero respetando la arquitectura popular y predominando la madera en el interior, con detalles decorativos propios de artesanos de la ebanistería. En el agradable jardín que rodea las dos casas también disfrutamos de estos detalles. Las habitaciones son amplias y cómodas, y el salón tiene acceso a una terraza que resulta muy agradable.

La acogida de los dueños al viajero es inmejorable. Te asesoran en tus excursiones, te ayudan en pequeñas dificultades, te informan de historia y tradiciones, de plantas, de ríos, etc. Son toda una enciclopedia viviente de la zona. En el día que llegamos, nosotros tuvimos el privilegio de conocer el proceso de extracción del aroma de espliego, que en otro tiempo era una fuente de ingresos para los habitantes del pueblo y que hoy es una cita anual de reunión de amigos para recordar vivencias y plantear ideas para el mejor futuro del pueblo.

Es entrar por la puerta y transportarte a un cuento directamente. Es una maravilla, jardín verde, con unos espacios ideales, preciosos, todo cuidado al detalle y con un gusto exquisito tanto por fuera de la casa como por dentro. Cada rincón del jardín es auténtico.
La casa limpísima, decorada con muchísimo gusto, acogedora, se nota que la cuidan mucho. Los dueños encantadores, gente trabajadora y con una sensibilidad especial que se ve reflejada por toda la casa y exterior. Campechanos, amables, sencillos...Un placer haber estado allí con mi familia unos días!

Un lugar entrañable, rodeado de una vegetación espectacular. Limpieza impecable, trato inmejorable por parte de los dueños. Ha sido un viaje familiar y no dudaremos en volver pronto. Altamente recomendable.

El paraje es ideal para unas vacaciones veraniegas: tranquilidad, frescor de montaña, verdes prados y bosques, y gente acogedora. En la casa se encuentran el buen gusto, materiales naturales y una compañía muy especial. Gracias Moisés y Amparo por compartirlo.

Principalmente, por los caseros,( Moisés y Amparo), son unas excelentes personas y muy atentos,, la vivienda muy acogedora y bien amueblada,, seguro que volveremos

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Muy amables, muy buen sitio. COMIDA Y TRATO ESPECTACULAR

Un remanso de paz en la serranía de Cuenca. Sus anfitriones Amparo y Moisés de 10.

Hola una casa súper acogedora.el entorno fantástico.los dueños fenomenales.tiene una exposición de cosas antiguas y de la resina.volveria sin dudarlo.un saludo a los dueños.de parte de los jóvenes resineros

Excelente, la casa muy acogedora. Los dueños magníficos y el paisaje encantador. Estamos muy agradecidos.

Genial casa rural. Paisajes y alrededores para descansar y evadirse. Los propietarios son unas bellísimas personas. Da gusto repetir!

Lugar excelente y personal inmejorable. Nos hicieron de guías y nos ayudaron a conocer el maravilloso entorno.

Tranquilo, limpísimo, y muy agradables los dueños encantadores me quedo corta.

La casa rural más bonita de toda la Serranía de Cuenca, una maravilla de sitio con unos dueños que se desviven por sus huéspedes

Es un paraíso y los dueños encantadores. La casa de revista y todo muy limpio

Entorno cuidado y en buena armonía con la naturaleza. Múltiples actividades. Excelente trato.

Solo la e visto por fuera y es preciosa, en un pueblo, valdemeca, en plena sierra conquense, naturaleza y tranquilidad