Monasterio San Andres de Arroyo

Beautiful cloister! Magnifique! Worth every cent!

A very interesting ancient building in a remote location

Poesía en piedra. El estado de conservación es muy bueno. Aún vive una pequeña congregación de monjas. La visita al claustro es imprescindible. El precio es de 5€ y cuenta con medios audiovisuales adecuados para la exposición. La iglesia también es muy bonita. De estilo cisterciense. Puedes adquirir productos naturales y dulces de las monjas. Un lujo.

Sin duda la joya de la visita es el claustro.
Cuando llegas al lugar puedes acceder al recinto y visitar la iglesia sin necesidad de adquirir entrada, y sin duda merece la pena. Para la visita al claustro debes comprar la entrada que tiene un precio de 5 euros por persona y una religiosa te acompaña por el recorrido. Con esta puedes visitar distintas zonas como la bodega, la sala capitular o el claustro. Las demás zonas son de uso exclusivo de la comunidad de religiosas de clausura.
Tiene un aparcamiento pequeñito enfrente de la puerta de acceso al recinto.
Cuenta con aseos y máquinas con bebidas tanto frías como calientes.

Un monasterio que no esperas en un paraje natural de gran belleza . El claustro es impresionante, con columnas profusamente trabajadas. La iglesia más sencilla pero con unas bonitas vidrieras

Interesante el conjunto del monasterio, que está ubicado en un paisaje hermoso. El claustro es uno de los mejores exponentes del estilo románico, de extraordinaria belleza y en el que se puede disfrutar de un momento de paz y serenidad.
Mi gratitud a las hermanas por mantener y cuidar de esta joya y sobre todo por la bondad y ternura con la que atienden a todos los visitantes

Maravilla de la escultura tardoromanica. No hay escenas ni figurasx si no que todo son capiteles con decoración vegetal. La entrada a la sala capitular es de un virtuosismo sobresaliente, y uno de los capiteles en la esquina del claustro es ya alarde y pura chulería del cantero. Lástima que está mutilado.

La iglesia muy sencilla, de nuevo con la decoración vegetal cisterciense, pero muy armonica y agradable de ver.

A destacar que !!!!Por fin!!!! Dejan tomar fotografías en el claustro.

Monasterio cisterciense tardorrománico donde destacan sus tallas de gran calidad y excelente ejecución, sobre todo no perderos los detalles de las gruesas columnas de los ángulos del claustro. Habitada todavía por una comunidad de monjas de clausura. Ofrecen visitas guiadas tras concertar cita, aunque la visita guiada se queda en una simple locución automática algo pobre e impersonal, la importancia artística del lugar creo que se merece una visita guiada más completa y dirigida por un/una guía de verdad, y no realizada por una máquina, una pantalla y un botón. Aún así no puedes dejar de visitarla.

Abadia de monjas cistercienses fundada a finales del S. XII por la condesa doña Mencia, primera abadesa cuyo sepulcro es uno de los que se encuentra la Sala capitular.

El monasterio no ha sido nunca abandonado, quizás sea el motivo de su buen estado de conservación. El número de monjas, algunas de clausura, ahora es muy reducido. Aún así, una de ellas te hace de guía, su compañía hace que la visita sea más curiosa y monacal, sobre todo por la conversación mantenida, con preguntas sobre el monasterio y la vida.

Sobre la arquitectura destaca el claustro, motivo principal de mi visita, por sus arcos apuntados con columnas pareadas, con bellos capiteles decorados con motivos vegetales típicos del Císter. Es uno de los más espectaculares y mejor conservados que he visto.

Por encima de todo destaca una de las columnas  del claustro. Su forma y escultura exquisita la hacen única, tanto por su fuste tallado con franjas en zig-zag y flores, como por el capitel, con motivos vegetales imposibles de esculpir que sin que nadie te lo diga te hace saber que estás ante algo único.

La Sala capitular, de estilo gotico, destaca por su bóveda y por la ausencia de columnas, seguramente existan otros similares pero para mí el primero que he visto con esta arquitectura.

Su origen  se debe según la tradición de la talla de San Andrés encontada en el arroyo que bordea el monasterio.

Un lugar precioso en un entorno privilegiado. Muy bonito y muy interesante. Se aparca regular, porque hay poco espacio, pero merece la pena. La iglesia y claustro muy muy bonitos. Las monjitas hacen unos dulces exquisitos (lástima no haber comprado más). El sitio era muy tranquilo y agradable. No había demasiada gente.

Si estás por la zona es una visita obligada, así de claro y directo. Pura historia, puro arte. Increíble como aguantan las monjas en ese monasterio.

Un sitio dónde la tranquilidad y la espiritualidad te llenan. Se vive el Románico y sientes cómo vuelves al siglo XIII.
La historia la vives in situ. Y la forma de contarlo de las monjas de allí, es didáctica y amena. Hemos dejado de ir a algunos sitios por venir aquí y ha merecido la pena.
Desde la oficina de turismo de Aguilar del Campoo nos han indicado dónde podríamos ver Románico y este es uno sitio perfecto.
Salimos renovados y encantados.

Monasterio cisterciense y una de las joyas de todo el Románico.
El claustro es una de las maravillas que alberga junto a la sala capitular un conjunto armonioso.
Precio de la entrada 4 euros y visita de 45 minutos aproximadamente.
Dispone de tienda de productos propios así como librería artística relacionada con el Románico.

Uno de los mejores claustros románicos del país. Especialmente bonitas son las dos columnas y los capiteles de las esquinas, muy trabajados y con detalles vegetales de gran delicadeza. Recomendable concertar visita ya que los grupos son reducidos.

El cenobio de San Andrés del Arroyo es uno de los grandes referentes de todo el románico palentino. Desde su ubicación, en medio de los inicios del Valle de la Ojeda, género toda una corriente escultórica en los siglos del. Románico por todo el territorio del norte de la provincia. El estilo andresino es elegante, sutil y refinado como demuestra la columna angular del claustro con su decoración con motivos vegetales.

En la visita al monasterio, acompañado por una de las monjas de la comunidad, se muestra la cilla, el claustro y la Sala capitular. La iglesia se puede visitar aunque es por libre, cuando nosotros fuimos estaba la puerta abierta y la visitamos al final del recorrido. La entrada se compra allí mismo, tiene un horario de visita regular, pudiendo comprar además productos de repostería elaborados por ellas mismas. Es una buena forma de ayudar al sostenimiento de la comunidad que sigue manteniendo un estilo de vida contemplativo en medio de la campiña y los montes palentinos.

El monasterio y una joya del románico; las explicaciones, accesibles; la monjita que nos acompañó, muy maja y pendiente también de los niños. Y al salir, parada obligada en la tienda: los polvorones y las pastas que probamos... deliciosos

Genial. Las hermanas tienen pastas y productos de huerta a la venta

Aunque algo apartado, es otra joya histórica de los monasterios cistercienses. Merece la pena seguir la visita guiada que nos acompaña a través de la iglesia, el claustro y las diferentes dependencias. Las bóvedas de cañón, los arcos apuntados e incluso el mudéjar y las columnas del claustro nos sumergen en otras épocas y en otras formas de vida.

No te lo puedes perder si estás viajando por el norte de Palencia. Un claustro espectacular y un monasterio solitario, sin construcciones que lo contaminen.
La repostería de las monjas ya no es lo que fue, pesan mucho los años que tienen las monjas y las pocas que som. Aún asi, si tienes oportunidad deberías de probar sus dulces

El claustro espectacular. No hay un capitel igual a otro, verdadera maravilla. Gracias a las explicaciones de Cristina que nos acompañó.