Casa Enriqueta

Loved this place. Honest simple food , well cooked in a very homely atmosphere. The village is a delight especially in the heat of August, it’s much cooler up there and magical swimming in the spring fed pool

This is a unique experience and the only option for lunch in Huebro. The menu is always the same. You get salad and patatas pobres, and usually a choice of chicken or rabbit stew. If there are many of you, they will just bring a big dish of each for you to share. For dessert, there's a good flan (creme caramel) or a slice of pineapple. Reservations are essential and still don't guarantee that they'll be open!

Abundant tasty food. There is no menu. They cook the same for all tables. The views are amazing. Traditional rural food

Bienvenido/a a un auténtico restaurante de pueblo, de los que pocos quedan en la actualidad. Es único y genuino, de visita obligada. Comida rica, casera y todo por una "tarifa plana" de 20 € por persona. Aquí las cosas van a otro ritmo. Las dueñas al llegar te ponen directamente una ensalada con su correspondiente plato de embutidos. Después te sirven unas patatas fritas con huevo que están de escándalo, estas acompañadas de carne de la que puedes elegir según tengan ese día. El "menú" (no existe oficialmente) se remata con un postre igual de bueno a todo lo demás. Tanto si eres senderista como si te gusta dominguear, tienes que darte un homenaje comiendo en esta casa.

P.D.: El camino para llegar es algo tedioso pero sobre todo no le hagas caso al GPS porque te puede meter en serios aprietos. Mejor hazle caso a las señalizaciones de la carretera.

Comida casera muy rica. Las patatas fritas con huevos están espectaculares y la carne que nos comimos muy buena también.
La única pega es que tienen poca variedad ya que ensalada, embutidos y patatas con huevos son innegociables( punto a favor) y de carne tenían 3 cosas. Pero merece la pena ir sin duda

Increíble descubrimiento. Fuimos xq mi hermana ya había estado y la verdad, espectacular. Vale la pena desplazarse y recomiendo reservar, comes lo q tngan en nuestro caso nos recibieron con un muy buen plato de embutidos, seguidos de una fuente enorme de huevos fritos con patatas en aceite de oliva (bruta) y carne, secreto y cordero con postre casero q fue flan de huevo. A destacar la atención tanto de Pilar como de su hermana. Os invito a ir, volveréis. 10/10

Fantástica Pilar y su familia, un lugar típico donde encontrarás buen producto elaborado de una manera muy sencilla, la cocina tradicional. Precios populares y mucho cariño

Hemos visitado Níjar y después hemos comido en este restaurante, recomendado por un paisano amigo de la zona.

El local es una antigua casa, decorada con motivos al uso, bastante acogedora.

La comida ha sido estupenda, el trato de las hermanas que regentan el local, excepcional. Para comer una buena ensalada, carnes de la tierra o patatas a lo pobre con huevos rotos, es ideal y no defraudará.

Tiene una terracita fuera, con vistas a la sierra y a la fuente, con aguas frescas y claras, provenientes de la montaña, en la que pasar un rato agradable, bien para comer, bien para hacer tiempo con el aperitivo antes de pasar a la comida.

Aunque somos de Murcia, si tenemos una nueva oportunidad, haremos hueco para una nueva visita.

Elegimos ir a este lugar porque estábamos en Níjar y casa Enriqueta está en Huebro, justo al lado. Se llega hasta allí por una carretera estrecha y con curvas pero merece la pena. No teníamos reserva pero es recomendable hacerla. El sitio es pintoresco, parece el comedor de una casa. El menú es cerrado, nos pusieron Ensalada, patatas con huevos y de carne elegimos carne con tomate. También había cordero, conejo, para elegir. Nosotras no comimos embutidos pero también te lo ponen. De postre flan de huevo y bizcocho de chocolate casero. Todo estaba muy bueno, sin duda a sido toda una experiencia. Todo nos costó 30€

Fuimos allí para cenar siguiendo las reseñas de Google y no nos equivocamos, sitio maravilloso y pintoresco en Huebro a 5 km de Níjar pueblo, la carretera es estrecha y con curvas hay q tener cuidado, pero es una maravilla tanto la comida como el trato, la comida tiene el sabor antiguo q cada vez se está perdiendo más, son cosas sencillas pero exquisitas y la atención como si estuvieses en casa, tratan al cliente de manera q te sientes como si formases parte de ellos. Pilar q fue quien nos atendió un encanto. Sin duda repetiremos cuando volvamos por la zona. Recomiendo reservar.Un beso Pilar de la ensalada malagueña.

Dicen que donde comen 2 comen 3. Nosotros hemos cenado 2 y podian cenar 5.
1 ensalada, un platito con queso/chorizo/jamón, patayas a lo pobre y carne, nosotros cordero.
Calodad exepcional, hace décadas que no disfrutaba de unos tomates así, lo mismo con lo demás.
Si no lo cosechan, saben quien lo cosecha.
Mejor llamar y reservar.

Espectacular. Cocina tradicional, muy rico y cantidades generosas. Pilar y su familia te hacen sentir como en casa, no te va a faltar de nada, se anticipan a lo que necesitas. Atentas, cercanas, todo muy rico y ademas a buen precio!

Además la población es digna de visitar.

Pilar! Gracias por todo, nos vemos pronto!

Subir a Huebro es obligación para una buena degustación en Casa Enriqueta. Merece la pena Ascender por esa carretera sinuosa y estrecha para poder disfrutar de ese típico pueblo nijareño, con su bella Iglesia Virgen del Rosario, su manantial de agua fresca y comida tradicional como en Casa Enriqueta, esos embutidos de pueblo tan exquisitos, esas papas fritas y esos huevos fritos tan bien hechos, su carne con tomate y el secreto tan bueno...Trato excepcional por parte de todos. Comida en su punto. Y comer y beber lo que quieras. A muy buen precio. Hay que ir. Pidiendo cita antes eso si.

El restaurante está en Huebro, pequeño pueblo en la sierra, el acceso de la carretera es con curvas y carretera estrecha pero cuando llegas al restaurante y pruebas la comida vale la pena haber llegado allí. El menú es cerrado ( embutido, ensalada, patatas con huevo y a la elegir cerdo, conejo, secreto, cordero). Todo muy bueno.

No te lo puedes perder. Papas con huevo de corral, magro con tomate, secreto, chuletitas de cordero, todo buenísimo y a buen precio. Me encanto también el arroz con leche.
Acabamos a rebosar.
A destacar también el trato de la dueña, como si estuvieras en casa.

Un lugar acogedor, tranquilo y muy bonitas vistas.
La atención de Pilar, muy cercana y amable. Y la cocina increíble!!!
Una ensalada deliciosa, con tomates y pimientos asados sabrosos como hace tiempo no probabamos. Patatas a lo pobre con huevos fritos, que eran un manjar y para acompañar lomo, conejo o cordero (chuletas). Y de postre flan casero..
En resumen sencillo, cercano y casero.
Nuestras felicitaciones y agradecimiento a Enriqueta y Pilar por hacernos disfrutar de vuestra cocina.

Lugar que no se puede perder nadie que visite Níjar. Además de sus vistas, al estar en la montaña, la comida de la madre de Pilar es excepcional. No hay carta, sino se come lo que hay. De primero ensalada, de segundo patatas caseras con pimientos y huevos, y de tercero conejo para los adultos y a los niños un lomo muy bueno.
Los postres caseros y un precio acorde con lo que se come..
lo único que nos sorprendió y nos decepcionó fue la reacción de Pilar a nuestra procedencia (Catalunya), haciendo un comentario desafortunado. Para cuando quieras Pilar, te invitamos a nuestra tierra para que puedas cambiar esa idea totalmente errónea de nosotros.

Rosario, Pilar y Enriqueta...........
Gracias por esa comida casera 100%100.
A demás un ambiente totalmente rural , familiar y super agradable,con ganás de volver y no tardando mucho 😜😘

Toda una experiencia.

Fuimos sin saber que nos encontraríamos y fue todo un descubrimiento, este bar tiene mi Estrella Michelín.
Comida de toda la vida, a nosotros nos pusieron: ensalada, embutidos, patatas con huevos, conejo y cordero. Después los postres y con los cafés unas tortas de manteca…
Nos pusimos hasta arriba de comer y beber por 20€.
Todo eso en un entorno maravilloso.
El trato de Pilar fue estupendo.

Comida 100% casera y buenísima. Rosario se encargará de servirte el entrante. Luego, las patatas y los huevos son obligados (y pura poesia al paladar) y la opción es "con que carne los vas a acompañar". Una visita obligada a un auténtico pueblecito.