Casa de Aldea "Quei Vitorino"

Most wonderful and unexpected visit to Casa de Aldea ‘’Quei Vitorino’’. Our host Victor and his Mum were exceptional and showed us the true and most amazing hospitality of people from Asturias. Caught in a snow storm we were not able to travel to the accommodation we had planned for the evening. We were given sanctuary, warmth and great food at Casa de Aldea, even though we arrived late at night. In the morning we were treated to a home cooked breakfast and assisted on our way across the mountains. If you love good food, great wine, comfortable accommodation and beautiful surroundings please visit here. Eco-tourism, education, artisan crafts and friendliness is the ethos of this family. Huge thank you to you all. Patricia and Guillermo

Just a wonderful place to relax and enjoy nature. Owners are great people and are ready to help in any situation. We were stuck on snow, far from hotel and they went to help us! Thank you very much! You are the best!

Un entorno espectacular, la casa preciosa y limpia, Rosa, Víctor y Vitorino son atentos y encantadores.
Si quieres una experiencia completa, este es el lugar! para ver osos, conocer la artesanía de la zona y sentirte como en casa.
Los desayunos son una pasada! Dulces caseros y a cual más rico.
100% recomendable!

Si te gusta la naturaleza no conozco una casa rural mejor para disfrutar un fin de semana o unos días tranquilos. Además las experiencias ambientales que ofrecen también son muy recomendables. Y por último, aunque no menos importante, los profesionales que trabajan allí son un 10 como personas. Estuve allí en Semana Santa en 2014 y espero repetir pronto.

Estuvimos a 1°s de Febrero en el mágico Valle Cunqueiru y en la maravillosa casa "Quei Vitorino", aunque fue una estancia breve no por eso ha sido menos inolvidable.
La casa en invierno es muy cálida y acogedora no sólo por el calor ambiental si no por el confort que da ese interior de madera que envuelve toda la estancia.
El baño genial, no le falta detalle, y la disponibilidad de la cocina, que tiene de todo, hace que te sientas como en casa.
Las vistas hacia el valle son increíbles y me imagino el verano desde ese balcón como un placer increíble por saborear.
Rosa y su familia te transmiten su pasión por conservar su valle, su entorno y su forma de vida además de darte los mejores consejos para conocer la zona.
Ah y que desayunos ...de fábula.
Esperamos volver ii

Excelente calidad precio, nos sentimos como en casa, el desayuno espectacular. Y el bar del pueblo donde cenamos todo casero y riquísimo. Muchas gracias por todo, repetiremos seguro.

De los mejores alojamientos que he conocido en Asturias. Casa muy bonita y acogedora en entorno natural. Rosa te trata como a un hijo. Desayunos abundantes con dulces caseros.

Una experiencia única. La amabilidad de los propietarios fue EXCELENTE. Súper atentos. No nos faltó de nada. El hotel está muy bien y el desayuno muy bueno. Cuando alguien baja a desayunar inevitablemente se oye bastante, pero bueno así te despiertas un poco antes que no hay tiempo que perder en ese maravilloso paraje!

Casa preciosa, nueva y acogedora, en una pequeña aldea con unas vistas increibles en un es torno natural único, pero sobre todo el trato personal de los dueños que te hacen sentir como en casa y están atentos de todos los detalles. Desayunos muy abundantes y con repostería casera recién hecha. Además el alojamiento ofrece rutas de observación de la naturaleza y de interpretacion del territorio y tienen una tienda de artesanía en madera maravillosa. Alojarte allí es toda una experiencia rural y de ecoturismo. Seguro repetiré!

Un paraje natural precioso, la Casa Rural una maravilla, acogedora y muy limpia. Rosa y Vitorino muy amables en todo, el desayuno casero con dulces riquisimos y buen pan. Si tenemos la oportunidad, volveremos sin duda!

Un lugar con mucho encanto. Una pequeña aldea donde la gente del lugar quiere que pertenezca vivo. Sin duda es un lugar donde alojarse y disfrutar de unas vacaciones en un lugar hermoso. Casa de Aldea "Quei Vitorino" es muy confortable, bonita, limpia y te hacen sentir de allí mismo. Tienen escapadas y te enseñan mucho sobre el entorno rural. Aconsejable ver el torno de pedal y la tienda. No quiero olvidar que jamás he comido tan bien.

Hotel rural con vistas espectaculares. La habitación era muy bonita y con encanto.
Los desayunos de Rosa muy generosos y caseros. Rosa es muy agradable y se esfuerza por hacer que sus huéspedes estén cómodos. ¡Muy recomendable!

La casa está en un entorno espectacular.la gente que lo lleva es amable y está siempre pendiente. El desayuno es de lo mejor para coger fuerzas. Organizan actividades muy variadas en plena naturaleza y durante todo el año. Muy recomendable.

Ubicado en un lugar increíble, sus dueños son personas maravillosas, admiten mascotas, y tienen muchas actividades para hacer como rutas nocturnas, rutas en búsqueda de huellas de oso y ver a los mismos, también tienen talleres artesanales y para los niños también tienen actividades en plena naturaleza, sin duda uno de los mejores que e visitado por todo... ubicación, paisajes, instalaciones, servicios de los dueños,todo. Volveré aunque nos separe 900km

Pasé el fin de semana allí y no pude estar mejor. Te sientes completamente como en casa, entorno inmejorable, personas encantadoras y muy atentas. En las rutas no se puede pedir mejor guía que Víctor, no podría recomendar nada mejor que la casa rural Quei Victorino para una escapada inolvidable.

Estuvimos haciendo la visita del cunqueiro. Nos atendió Rosa, una mujer fantástica. Aprendimos muchas cosas. Sobretodo a valorar la artesanía un poco más. Nos divertimos muchísimo. Una maravilla. Volveremos seguro

Hoy Domingo 4 de febrero, volvemos a casa con las pilas recargadas, la cabeza despejada, el cuerpo descansado y el estómago lleno..además de un sinfín de experiencias que nos han hecho apreciar la vida un poquito más si cabe y dar gracias por encontrarnos en el camino personas tan especiales como Víctor y su joven madre Rosa. Por su atención y cuidado en los detalles, por su calidez y calidad humana, por sus desayunos, por los conocimientos que nos transmiten, por todo lo que nos llevamos.

Esta vez he ido con unos buenos amigos y su hijo. Llegamos a Leitariegos el sábado por la mañana para hacer un poco de ski y por la tarde ya estabamos en «Quei Vitorino» donde nos recibió Victor.
Las habitaciones como siempre impecables, acogedoras y espaciosas y calentitas en esta época del año. Ocupamos dos de las cuatro habitaciones disponibles en la casa.
Cenamos de lujo y casero en un restaurante recomendado por Víctor "Tixileiro".
Por la mañana desayunamos estupenda y abundantemente en esas enormes mesas donde no faltaban banejas de fisuelos(filloas), rosquillas y bizcocho todo casero, ademas de unas tostadas de pan de centeno tamaño raqueta de Nadal con una miel que quita el sentido y te da energía para empezar el día.

Maravilloso. Personal muy amable, lugar espléndido y la comida excelente. Disponen de habitación adaptada y permiten la estancia de animales de compañía. Con muchas ganas de repetir.

La casa preciosa y Rosa y Victor excepcionales. Te sientes mejor que en tu casa y te ofrecen un sin fin de actividades de todas las clases, rutas, observatorio de osos, los famosos cunqueiros y herramientas todo hecho a mano como hace siglos

Un lugar con encanto en plena naturaleza y con un excelente trato y dedicación donde ponen la mayor pasión de dar a conocer su cultura, su entorno y en un ambiente y experiencias únicas. Pasamos unos días en compañía de Rosa, Victor, Vitorino y Enrique con la nieve decorando el paisaje que recuerda a tiempos pasados y pudimos visitar un cortín precioso con ese olor a miel fresca que tiene a los osos obsesionados por este manjar de las abejas, allí mismo el lobo nos dejaba rastro de su presencia y el oso no se dejaba ver pero sí vislumbrar en su vivir diario en el bosque. Las explicaciones, el material empleado, los puntos escogidos de interés, la planificación de las actividades y las rutas guiadas demuestran el esfuerzo, el trabajo y la dedicación de quienes deciden quedarse en su casa, en su pueblo para hacer de su trabajo diario toda una experiencia. Sin duda repetiremos porque nos han quedado muchas cosas por hacer y ver. Y eso que fueron varios días. GRACIAS!!!.

Mónica, Marcos y Telmo