Las Cabañas de Mestas

Destacar que le doy cinco estrellas por el precio calidad del entorno... Bernal el dueño muy atento... La cabaña estaba muy limpia... acogedora...para volver sin duda

Hemos pasado unos días en una de éstas cabañas, enclavada en la ladera de la montaña, es un lugar donde poder disfrutar de la paz y de la tranquilidad en la naturaleza. Totalmente recomendable.

Parece que nos hubiéramos trasladado a un enclave Noruego, sus cabañas, lo original de sus decoraciones, las plantas tan chulas ,las vistas ...
Un lujo..
Las cabañas son para comer y dormir se disfruta el porche y para 4 es buen precio...

Me a encantado la verdad e pasado 3 dias magnificos en una cabaña muy acogedora y un jardin precioso para nosotros solo 💪 solo recomiendo que seria mejor radiadores para el invierno y mas utensilios de cocina pero por los demas espectacular volvere 😍

Hemos estado alojadas 3 días y genial. Un sitio ideal para dormir y pasar el día de visitas por la zona. La cocina de la cabaña muy, muy básica pero para una cena de picoteo, suficiente.

Pasamos dos noches con mi pareja en las cabañas y fueron de ensueño. Todo lo que puedes esperarte viajando por las Hurdes está allí : una cabañitas en pleno medio de la naturaleza, muy bien cuidadas y con un jardín precioso lleno de flores. En las cabañas, se siente como en casa, tienen lo necesario y son muy calurosas. Bjørnar es muy simpático y nos recomendó varios sitios que visitar. A parte de esto, esta región es preciosa y la recomendamos para una estancia tranquila y revitalizante. Nos hubiéramos quedado más tiempo y tenemos muchas ganas de volver. Hasta pronto!

Cabañas de madera para dos o cuatro personas. Equipadas con lo necesario.
Están situadas en mi lugar favorito del mundo.
Si lo que buscas es desconectar unos días, es tu lugar.
Ubicadas en mitad de Las Hurdes, rodeadas de montañas, con un río y una piscina natural a 300m.
Cerca: La Alberca, El monasterio de las Batuecas, La peña de Francia y en el pueblo vecino de Río Malo, se encuentra uno de los meandros más espectaculares que hay en el mundo.
El alojamiento es super tranquilo, verás que no te molestará nadie. Lo único que escucharás, es un campanario a lo lejos, que da las horas. Ademas estás en el epicentro de la comarca de la miel.
Una experiencia para vivirla.
Especial parejitas. Precioso en otoño.

Son muchas las veces que he regresado a las cabañas de las Mestas y muchas las que espero volver.
El trato de Bjørnar no puede ser más correcto , profesional y sincero.
Ofrecen un servicio de limpieza excelente en cada cabaña , manteniendo esa chispa de comodidad y autenticidad ya que cada cabaña es distinta ; se cuidan
Y tratan con mimo.
No son un simple bungalow .
Es un lugar asombroso donde descansar , respirar y disfrutar de las extraordinarias las vistas.
Un lugar increíble para descubrir las Hurdes o no salir la cabaña.
Vamos, que no tiene precio alojarse en ellas.

Las cabañas son muy acogedoras y te hacen entrar en contacto muy directo con el entorno, que es una auténtica pasada. Es una muy buena opción para pasar unos días en Las Hurdes. Tienen todas las comodidades (con el encanto de ser unas cabañas y no una habitación de hotel) y están muy limpias. El dueño es muy muy muy amable y está todo muy cuidado. Una opción muy recomendable para pasar unos días de naturaleza y desconectar.

Bernard, el anfitrión, es una persona tranquila, colaboradora, y te avisa puntualmente de lo que se puede y no se puede. Te informa de todo. Es muy simpático y agradable. El sitio, es un remanso de paz y naturaleza. Son cabañas estilo nórdico, dentro de un antiguo olivar en bancales, convertido en un jardín precioso cuidado con mimo. Las cabañas están muy bien, no son lujosas pero son acogedoras y bien acondicionadas para el invierno. Puedo decir que he ido 3/4 veces y todavía no he encontrado un sitio igual con naturaleza y tranquilidad. Para mi, es una experiencia increíble. Perfectamente apto para gente acostumbrada al turismo rural y descomplicada. En el pueblo tienes tiendas para comprar productos de la tierra y para comer está el restaurante de Cirilo, donde se comen unos asados de súper lujo.

Hemos pasado un fin de semana perfecto. Tanto las cabañas como sus jardines son muy especiales y se nota que están cuidados con mucho cariño. El entorno es absolutamente espectacular. Repetiremos sin duda. Sus dueños, atentos en todo momento.

Estancia fabulosa, era lo que estábamos buscando, un lugar tranquilo donde disfrutar de la naturaleza y que nadie nos molestara.
Cabañas estilo nórdico muy acogedoras.
El entorno fabuloso, y el trato recibido por Olsen muy correcto y educado.
Olsen tiene sentido del humor, nos hizo un montón de gracia cuando nos dijo "aquí me conoce todo quisqui" muy simpático.

Es un lugar recurrente, suelo ir todos los veranos y algún que otro otoño. A resaltar que estás rodeado de naturaleza por todas partes, la comodidad de las cabañas, el clima, las vistas a la sierra, las piscinas naturales de los alrededores, el parque de las Batuecas, y lo accesible a ciertos núcleos de población donde hacer compras necesarias.
Sobre todo eso está el trato que recibes de los anfitriones, los cuales te hacen sentir como en casa.
Es un espacio más que recomendable.

Son cabañas de madera en un ambiente bucólico, con buhardilla-dormitorio en la planta superior, microondas, nevera pequeña y una pequeña cocina eléctrica. Me encanta bañarme en verano en la piscina natural del río Ladrillar que está a pocos metros, son aguas cristalinas aunque un poco frías. A tres kilómetros se puede pasear hasta el santuario de las Batuecas rodeado de los bosques de la sierra de Francia y a dieciséis se halla el bello pueblo de la Alberca al que se llega por una bonita y revirada carretera.

Experiencia 100% recomendable!!!

Mi mujer y yo hemos pasado un fin de semana muy especial.

Acogedoras cabañas de madera individuales con todas las comodidades donde gozar de la naturaleza en un ambiente íntimo y respetuoso.

Bernard, el propietario, nos dió una estupenda bienvenida y nos ha orientado en todo momento para aprovechar al máximo el fin de semana. A 5 minutos de las cabañas comienza una ruta a pie a lo largo del río Batuecas, en la que hemos disfrutado de un precioso paseo con baños en sus cascadas. Al volver, hemos comido a 150 metros de las cabañas, en las piscinas naturales del pueblo, y disfrutado de una tarde de baños al sol!

Por la noche todo es paz y tranquilidad, y los cuidados jardines de las cabañas generan un frescor que se agradece enormemente para descansar.

El desayuno en el porche de la cabaña y un rato de lectura han sido la guinda perfecta.

GRACIAS a Bernard y a su mujer por su hospitalidad, volveremos pronto!

Tranquilidad, maravillosos lugares por donde pasear y un maravilloso río donde refrescarse. Pero lo mejor es el magnifico abanico de colores que hay en otoño.
De nuevo en Las Cabañas, lastima que no haya llovido para disfrutar de los variados tonos otoñales. Magnifica estancia, como siempre!

Entorno privilegiado para descansar, desconectar y relajarse en plena naturaleza. Las cabañas, quizás la alternativa que te hace disfrutar más de la tranquilidad, y la armonía del entorno. Equipadas con todo lo necesario para pasar unos días perfectos, que ofrecen una estancia pintoresca y agradable, con una terraza de la que disfrutar como hacía tiempo no disfrutaba de un buen vino bajo el firmamento. Ubicadas cerca de distintas zonas para visitar como el Monasterio de las Batuecas, La Alberca, La piscina natural de Las Mestas, El Meandro Melero..... y a destacar el trato recibido por Bernard y su mujer, con los que disfrutamos de unos pollos a la brasa, junto a una familia de Badajoz la mar de salaos, para chuparse los dedos... jejeje... Sitio para repetir, tanto por el establecimiento como por la zona...

Un sitio para desconectar y relajarse . Tienes rutas para hacer por la zona . El anfitrión es un 10 .

Sitio muy tranquilo en un enclave precioso. Las cabañas muy acogedoras. Muy recomendable para ir con niños. Una experiencia para ellos de estar en la naturaleza muy bonita.

Las Hemos visitado en varias ocasiones, situado en un lugar maravilloso, y con un perfecto ambiente rural, las cabañas muy bonitas, limpias y bien acondicionadas, parking propio, la piscina natural de las mestas a 5 minutos andando,
La reserva con total confianza en el cliente , eso si hay que hacerla con antelación por qué tiene mucha afluencia, el precio de lo mejor de la zona, y la atención por parte de Bernard de 10.
100% recomendable