Restaurante las Cuevas de Don Diego

Atención de primera muy amable el chico que nos ha atendido la comida estaba muy rica hemos comido Judíones de la grande y cordero muy bien de precio para dos personas, el lugar acogedor te sientes en la época 😉

Al contrario que la mayoría de reseñas, la experiencia que tuvimos en 'Las Cuevas de Don Diego' no fue mala. Comimos 9 personas sin reserva, no tuvimos que esperar nada a que nos dieran mesa y la comida fue aceptable a pesar de haber llegado más tarde de las 3 de la tarde a comer.
La única pega fue que la luz se fue unas cuantas veces, pero lo pasamos genial. Estábamos como si del salón de casa se tratase.

Sitio muy bueno, de toda la vida. Calidad precio 10/10 y el cochinillo muy bueno.

Servicio malo,lento el camarero pone malas caras si tardas en decidirte en la carta.y la comida es pasable.

Bon restaurant

Normalito para comer el menú barato, pero como te salgas de ahí, agarrate. La comida regular.

Una mierda, servicio lento a rabiar, no ir, es tirar el dinero

Tiene un menú con comida típica por un precio reducido, el cual no estaba malo, pero las raciones eran mas bien escasas, una vez en el postre pedimos un ponche y sacaron un trozo reseco, que debia llevar semanas en la nevera, a pesar de la pinta que tenia de seco se dignaron a sacarlo y solo cuando nos quejamos lo cambiaron por otro. Al final si quieres comer algo de calidad hay que pagar algo mas.

A diferencia del resto de reseñas, a mi el servicio sí fue bueno, platos en tiempo y camarera amable, lo de la limpieza sí que lo corroboro, yo comí dentro, y las vigas cruzadas de madera tenían casi 1 dedo de polvo, limpiar no es solo barrer y fregar, ejem... Y la comida... Pues sinceramente, no estaba mala, pero por un menú de 15 euros esperaba algo más, la calidad era de un menú de 10, las patatas de esas precongeladas, pedí vino de la casa y ni lo probé porque me lo trajeron en una jarrita de barro que a saber de donde ha salido ese vino (Aunque pidas vino de la casa, la costumbre es que abran la botella delante tuya, y ya después si quieres lo echas en la jarrita que la verdad queda muy rollo medieval y no es un detalle feo), eso sí, los judiones me gustaron.

Cucarachas, lechuga podrida y mal sabor en general. Uno de los peores sitios en los que he comido.

Comes, simplemente. El agua del menú en una jarra y del grifo.

El peor restaurante de La Granja, hemos comido dos personas una judías verdes quemadas, mi amiga un costillar con la ensalada desparramada y con aceitunas encima de la barbacoa, y yo un trozo de merluza a la plancha con más aceite que una freidora y malísimo con un porrón de ajo y perejil por encima para enmascarar el "sabor" por 36€ y me he llevado una diarrea de regalo!!! El servicio pésimo, nos han traído muchísimas veces platos de otras mesas, nada más sentarnos nos han traído una cuenta de otra mesa, el restaurante por dentro está viejo y sucio, no entréis al baño! Vamos no volvería ni loca.

Nos han tomado nota 2 veces y después de 30 minutos hemos tenido que irnos a otro restaurante porque se habían olvidado que estábamos en el salón de abajo. Nada recomendable.

No es el mejor sitio para comer bien:

- Mucho retraso en el servicio. Tan sólo con decir que nos trajeron el pan y el agua al acabar de comer el primer plato...
Además de eso, la mitad de las jarras de cerveza (y no exagero) estaban rotas

- Pésima comida. Pescado seco, albóndigas nada jugosas, el tomate de los spaghetti pasado de cocción... ¡lo único que estaba bueno es el agua!
Tampoco la presentación era demasiado buena...

- Poco que hablar de la limpieza. Lleno de polvo y vajilla con algún que otro resto

Adjunto junto a la reseña una foto de dos huevos fritos. Algo simple, pero aún así, la presentación no es buena, y el sabor, peor aún

Desgraciadamente fue un día para recordar

Eramos dos personas y pedimos un menu de día, sopa castellana, albóndigas y postre.

Trajeron la comida tarde y al principio diciendo que sí tenian ciertos platos cuando luego no fue así. Las albondigas sabían muy mal, y la tarta de queso FERMENTADA por dentro...

Les deseo lo mejor, pero está claro que nos tomaron el pelo