Restaurante Hotel Rural Marcos

Friendly staff, good food. It's a bit outside the "urban center" right in front of the hiking trail that takes you to the monastery, natural pools, river, etc. There's a fairly big parking out back which is free. The man in charge really goes out of his way to help out. It's not a fancy hotel but if you want a rural feeling, near trees and forest and outside the city this place is perfect. It's very clean (the cleaning ladies clean daily). We stayed with our 3 yo daughter and had a room with three beds which we were able to put together into a huge bed. Bring your own amenities as there isnt much provided, I always do so that wasn't a problem for us. The lunch special was very good, and breakfast toast with ham and tomato, orange juice and coffee was great albeit a bit expensive for the area. Note that the restaurant wasn't open in the evenings while we stayed in July/August. The rooms don't have AC but we came in summer and to be honest the rooms are pretty cool even coldish at night.

Charming hotel for budget travel. Super clean and fragrant. Luis the owner is most welcoming and friendly. Light breakfast with good coffee for a small fee. A true gem in the mountains!

The staff at Restaurante Hotel Rural Marcos is pleasent and efficient. The lunch is delicious there is a choice between three kinds of meat and fish. The price is cheap and desert is included. Great place to eat when you are traveling in the countryside around rascafría

Fantastic, great and well priced! Enjoyed all food presented. Came in a company of 18 people, no stress

Excellent food and service. Very much recommended.

Very good!

We had a great time!!!

Ok 👌

Un pequeño hotel rural con mucho encanto. Las habitaciones las limpian a diario, la ubicación perfecta para rutas y conocer la zona, el servicio de cafetería-restaurante estuvo genial. Recomendado al 100% para una escapada a muy buen precio.

Hemos comido hoy aquí en la sencilla pero agradable terraza que tienen; La comida casera buenísima, presentación muy correcta, calidad y cantidad. Además destaco la amabilidad y el buen trato de los camareros. Muy recomendable y volveremos.

Estuvimos desayunando y nos llamó la atención de la amabilidad de la persona que lleva el negocio, la limpieza de los wc y el bizcocho tan rico. Volvimos horas después a comer un menú, y estaba todo estupendo y hecho con cariño, eso se nota. Por poner una pega, que más que pega es la triste realidad, los maravillosos huevos fritos con morcilla (ambas cosas espectaculares) estaban fritos en aceite de girasol, y claro, pues no es lo mismo, se nota un poco. Pero es comprensible...€€ 😔
Destaco también el esmero de tener manteles blancos limpios relucientes sobre el mantel de base. Es sinónimo de esmero y de querer hacer las cosas bien. Los postres caseros muy ricos. En definitiva es un lugar donde te acogen con una sonrisa, limpio, con comida casera muy apañada y con un precio razonable. Recomiendo y repetiríamos sin dudarlo. Saludos

Nunca habíamos parado a comer ahí solo a tomar una cervecita pero hoy se dio el día y una grata sorpresa. Comida casera y postres caseros. Todo delicioso, cuidado en presentación y muy buena cocina y proporción. Y un trato muy agradable de todo el personal. Totalmente recomendable.

Muy buena experiencia. La comida es muy buena y la cantidad adecuada. El servicio de camarero en terraza exterior es excelente.

Estuvimos tomando un café, muy rico, y nos pareció un sitio muy bien ubicado para realizar las diferentes rutas que hay cerca de Las Presillas.

Lugar acogedor con una relación calidad precio insuperable. En la ubicación justa para abordar las rutas más conocidas de la Sierra Norte y pasar unos días lejos del mundanal ruido.

Solo pasamos a comer, y el sitio muy agradable y bien situado, pasaban grupos que llegaban de alguna excursión a comer también...todo muy limpio y organizado, camareros de 10.

Muy bien servicio, habitaciones bien cuidadas, desayunos agradablemente preparados

Un hotel rural que, en relación calidad-precio, es inmejorable. Lo primero es que tienen accesibilidad para sillas de ruedas cuando subes a las habitaciones.
Las instalaciones del hotel son muy buenas, con un buen comedor, patio trasero, terraza, etc.
También pueden entrar mascotas.

Su ubicación, también, excelente: a las afueras de Rascafría, sin tener ruido de la actividad en el pueblo, pero sin estar lejos de él. Además, está justo en el camino al Monasterio de Santa María de el Paular y las Presillas.

La habitación, aunque pequeña, era más que suficiente para lo que servía, y no hay ninguna queja. Podías moverte libremente habiendo tres camas, lo cual lo dice todo.

El personal, además, increíblemente agradable y dispuesto a ayudar.
Estancia totalmente recomendada si, como nosotros, queréis pasar un par de días haciendo rutas por la sierra de Madrid.

Hemos comido el menu del dia de 14€ y bastante normal, comida casera y buena atencion. El restaurante es grande y limpio Esta ubicado entre el Monasterio del Paular y Rascafria es de facil acceso, y se puede aparcar bien.

Muy rica la comida! Sobretodo los judiones y el solomillo con salsa Roquefort