Hotel Rural La Gándara

Me and my brother in law used this for our 1st stop from Santander ferry on our motorbike tour.
This is such a peaceful place and the setting is amazing. Our room was large with ample space and a big bathroom. The main house were you eat your evening meal and breakfast is stunning. The food was second to none (pre book before your trip). There is a stunning little chapel to visit and lots of areas to walk and explore.
Bare in mind this is an isolated place with not a bar or restaurant in site. Maybe worth buying a few beers/ wine from the local cafe a few miles down on the main road before you arrive. The host spoke good English, but would also converse with me with my limited Spanish. Will definitely go back.

El encanto de lo sencillo, lo natural y lo bello mezclados en las dosis exactas. Enclavado en lugar muy pequeño, donde el tiempo parece detenerse logrando un lugar ideal para desconectar. Habitaciones sobrias, acogedoras y muy limpias. Con un par de claraboyas desde donde ver el cielo mientras te dormías.

Desayuno saludable.

Todo ello dirigido con amabilidad y cariño por un matrimonio que te hace sentir que estás entre tu familia.

En cuanto tengamos oportunidad, volveremos.

Fuimos de manera improvisada, y nos ha encantado, volveremos sin duda, es un lugar con mucho encanto, el enclave es precioso y rodeado de cascadas y otros lugares de interés de los que poder disfrutar si eres un amante de la naturaleza y la tranquilidad.
Las habitaciones son amplias y muy bien cuidadas, y el trato ha sido inmejorable, como si fuéramos de la familia.

El hotel nos enamoró, todo perfecto, desconexión total en medio de la naturaleza.
Los desayunos; te sirven en la mesa, productos de calidad para un buen desayuno donde puedes escoger, nos encantó también porq lo hace mas familiar y cercano, como si estuvieras desayunando en la casa de un amigo, "sensación de hogar" también por la decoración, chimenea etc.
(he grabado algo para mi canal de YouTube "Mi Norte")
Si tengo la oportunidad, volveré sin duda.

Todo muy bien los dueños encantadores todo perfecto el desayuno muy bien también la habitación espectacular en fin pasamos dos noches muy buenas y encantados de haber estado ahí un 10 repetiremos

Una estancia inolvidable. Muy buena atención en todo momento. El desayuno y la cena espectacular. Y la idea de poner a todos los comensales juntos nos pareció una buena idea. El entorno es maravilloso y para desconectar es ideal. Lo recomendamos 100% por su ubicación para poder seleccionar rutas. Javier e Isabel son unos perfectos anfitriones.

Los propietarios super amables y cercanos, y con una gran disposición, ya que la habitación reservada estaba en la segunda planta, y por razones de edad nos resultaba complicado el acceso por las escaleras, por lo que propusieron a un cliente de planta baja el cambio y este accedió, haciéndose cargo del traslado de las maletas.
El sitio es inmejorable, para los que nos gusta la naturaleza es ideal.
Se desayuna muy bien con mermelada casera, y la cena por encargo elaborada con productos de su huerta casera y rica.

Hemos pasado tres días y hemos estado encantados con todo, son encantadores y Chus, una gran anfitriona y cocinera. Te sientes como en tu casa. La habitación muy limpia y amplia. Hemos comido muy bien y la ubicación es perfecta, en un entorno que te invita al descanso y desconexión totalmente. Sin duda, para volver. Lo recomiendo 100%
Ana y Manu

La experiencia ha sido de 10.
El sitio donde está ubicado es una pasada, buscábamos la tranquilidad y la encontramos. En plena naturaleza te sorprende una casa de encanto, todo está al detalle.
La cena y el desayuno buenísimos, felicidades a la cocinera por esa mano que tiene, una crema de puerros y ajos exquisita, no faltaba nada, todo a nuestro gusto.
El trato y la atención, perfecto.
En general, nos encantó todo.

Hotel maravilloso ubicado en un pueblo lleno de encanto, te trasladas a un cuento. Hotel bien cuidado al mas estilo rural, habitación nueva, con cocina pequeña pero super útil. Desayuno completo y recién hecho y servido por el dueño. Todo ha sido un placer. Lo único que en nuestra habitación crujía el suelo de forma exagerada, ya nos aviso el dueño nada mas entrar y nos comento que era algo que tenían que solucionar, y de antemano se disculpo. Por lo demás, todo genial. Cama enorme, sabanas con un buen olor y toallas que parecían estrenadas por nosotros.

No tengo palabras suficientes para describir este lugar lleno de magia...
Lo descubrimos hace 4 años y cada año nos hace volver.
Precioso Crespos, preciosa casa convertida en un hotel con alma, maravillosos dueños que se desviven porque estés a gusto y te sientas como en casa.
Desayunos caseros y las cenas impresionantes.... Isabel es una gran cocinera.
Las habitaciones muy cómodas y este año hemos estado en la doble superior recién reformada y ha sido estupendo.
Seguiremos volviendo!!❤❤❤

Todo un descubrimiento. Javier e Isabel, no puede ser mejores anfitriones.
Todo está con mucho gusto y muchos detalles bonitos.
Muy limpio, la cama super cómoda. Los desayunos muy ricos y las cenas también, Isabel es una gran cocinera.
Nos dieron buenas recomendaciones, nos enseñaron la preciosa ermita del pueblo
De verdad, una maravilla, muy recomendable

Maravilloso. Enamorados. Increíble. Precioso. Javier e Isabel junto con Carmen, acogedores, divertidos, atentos, cariñosos, detallistas… te sientes de visita en la casa de un familiar muy querido. Te ayudan en todo, curiosidades, turismo, etc.
Los desayunos muy completos. Las cenas… madre mía Isabel, q rico estaba todo. Comida de calidad, elaboración casera, sano, equilibrado, cantidades super generosas. Alimentos de cercanía (propia huerta y de proveedores de confianza), postres caseros y cada día en desayuno y cena diferentes. Zumos naturales, café de grano, pan de hogaza y variada (normal, semillas…). No os va a decepcionar!!! Espero poder volver 😘
Las habitaciones muy muy acogedoras, calientes, cálidas, camas muy muy cómodas, sábanas suaves, toallas esponjosas. Camas y habitaciones limpias y arregladas diariamente. Decoración preciosa. Todo al detalle

Muchas gracias a Isabel y Javier por este maravilloso rincón del mundo, por esa maravillosa casa, por esa comida tan llena de detalles y cariño, como toda la estancia en sí. Ha sido un sueño haber coexistido con un lugar y unas personas tan únicas. Recomendamos mucho el servicio de cena, porque cocinan de maravilla, con productos de su huerta, y en los alrededores todo deja mucho que desear. Es importante avisar con antelación. También ofrecen servicio de taxi, también estupenda. Isabel nos rescató de un calorazo de muerte en mitad de una ruta. También recomiendan mucho sobre la zona. Se lo conocen todo. No comentáis el mismo error que nosotros y os quedéis solo un día!!!!

Un hotel muy especial en un entorno maravilloso. Una preciosidad de habitación con una cocinica a estrenar en la que no faltaba detalle. Cuidando con mimo y buenos manjares a sus huéspedes los anfitriones trabajan de sol a sol, muy comprometidos con la comarca y el entorno natural. También se ocupan de que cada día se pueda visitar la preciosa iglesia de Crespos, una joya del románico. Gracias por vuestra manera de hacer las cosas. Hace mucha falta gente como Javier e Isabel. Ve y lo comprobarás.
Las de Alicante

Es una maravilla, tanto en cuanto a la casa en sí como al entorno. Las habitaciones son preciosas, los desayunos buenísimos y las cenas espectaculares. Es una cocina de primera categoría, algo que no se suele encontrar en las casas rurales. Utilizan un producto buenísimo y los platos son originales y exquisitos. En lo que se refiere a los dueños, Javier e Isabel, son encantadores y excelentes conocedores de la zona, siempre dispuestos a informarte y orientarte sobre qué hacer.
El pueblo, Crespos , es precioso y a partir de ahí se pueden hacer rutas maravillosas, tanto de senderismo como arquitectónicas. Nosotros hemos estado ya varias veces en La Gándara y contamos los días para poder volver.

Un lugar relajante situado en un pequeño pueblo donde han conseguido detener el tiempp y conservar sus casas de piedra. Las habitaciones espaciosas y decoradas con mimo. Ambiente muy familiar, con desayunos y cenas exquisitas, con productos ecologicos de su huerta. Gracias Isabel y Javier por hacernos sentir como en casa. Que os vaya bonito!

Llegamos a Crespos casi por casualidad y no pudimos irnos... La casa es preciosa, el sitio de cuento, el entorno tranquilo para desconectar. Javier muy atento. Tienen la casa muy bonita, acogedora y cómoda. Sin duda, para volver y pasar allí mas tiempo. Hay muchos caminos para caminar y explorar.

Una pareja sensacional son los dueños de esta casa rural, te ayudan a organizar recorridos por la zona (hay clientes con 25 años de asiduidad).
Las habitaciones están muy cuidadas y las toallas súper suaves.
Camas grandes, algunas dan a un patio interior muy coqueto, donde hay mesitas para pasar un rato.
Algunas habitaciones disponen de cocina muy completa ( vitrocerámica, tostador de pan, microondas, sartenes y demás utensilios muy nuevos)
Disponen de chimenea y unas butacas alrededor, donde mantener animadas charlas.
Por lo que respecta a la ubicación, es un lugar privilegiado para poder hacer muy diversas rutas.
Mucha diversidad de todo tipo de naturaleza, incluso pude ver dos rebecos

Un lugar con mucho encanto, precioso y super tranquilo para venir a relajarse y desconectar, los dueños Isabel y Javier son un encanto, amables y simpaticos, siempre estan atentos que no falte nada (muchas gracias por todo). Se aparca fácil ya que tiene parking gratuito. También dispone de Wi-Fi gratuito. La comida es casera aunque no hemos tenido la oportunidad de probarla, ya que tuvimos la suerte de alojarnos en el estudio que dispone de cocina propia, es amplio y acogedor, ademas tiene chimenea y un ventanal enorme con vistas al campo. Aceptan mascotas por un suplemento de 5€ la noche por perro, barato comparándolo con otros hoteles. Lo recomiendo 100%.