Restaurante La Almazara - Ráfales

Fantastic experience, carol was very friendly and helpful, the food was lovley and the place looked great. Thank you!!

Hi vam anar a dinar un divendres. Inicialment estàvem sols en el local, per la qual cosa va ser una experiència molt personalitzada. Vam rebre un tracte molt amable i pròxim per part de la gerent de l'establiment. El menjar va ser molt bo. Sens dubte, molt recomanable si vas a Ràfels.

Un buen sitio para hacer una parada, aunque la carta no es muy extensa, la comida es casera y de buena calidad. Además tienen spa, piscina y hotel. Y el sitio es bonito, con una mini ruta botánica y pequeño museo.

Experiencia culinaria y tecnológica inolvidable. Recomendamos especialmente las alcachofas confitadas, el solomillo de ternera y el bogavante con vieiras con una salsa exquisita. Enhorabuena a la chef. Y una visita muy especial al museo del aceite que tienen allí contiguo, con unas explicaciones realmente interesantes sobre la elaboración tradicional de aceite en un molino que está perfectamente conservado.

Espectacular, y la atención de Carolina que es una anfitriona inmejorable, atención, recomendación de platos y bebidas y en todo el momento pendiente de todos los detalles, recomendable hacer reserva, volveremos muy pronto ya que dispone de habitaciones y el entorno es mágico

Solo puedo hablar de lo que he comido, el cordero, excelente, he puesto el móvil en modo avión para que no se me enfriase, el brownie el helado muy cremoso. Todo excelente y el entorno merece la pena.

Sitio con encanto y trato excelente. El rabo de toro buenísimo y las alcachofas con ajos... espectaculares.

Comida y trato de matrícula

Super bonito, un lugar para soñar, el museo de la almazara super cuidado

Poco “kids friendly”, el solomillo de cerdo algo seco. Lastima!

El servicio y la calidad de la comida no se corresponden con el precio del menú. Es una pena porque el local es bonito.

Atención, por lo que parece el restaurante ha cambiado de dueños. Ahora se llama el Olivo y el chef es argentino. Así que recomiendo que escoja las especialidades de la carta típicas argentinas, nosotros escogimos lo que debían ser las antiguas especialidades de la casa, a saber rabo de toro y carrilleras, y la decepción fue total. El rabo poco hecho y imposible de comer, la carne no se despegaba del hueso, y tanto un plato como el otro no tenían sabor a nada. Increíble. Recomiendo al cocinero que adapte la carta a sus conocimientos.

Veinte minutos después de la supuesta hora de apertura que aparece en la puerta, ni cogen el teléfono ni contestan al timbre de la puerta.